Los españoles que cuentan con una educación universitaria tienen menos probabilidades de padecer depresión que aquellos con un nivel formativo más bajo, y en ambos casos el porcentaje de personas con tendencia a deprimirse es inferior a la media del resto de países de la UE y de la OCDE.

Esas conclusiones, recogidas en el reciente informe "Panorama de la Educación 2017" de la OCDE, indican "una asociación conocida" ya que, "a más nivel educativo, las cifras de depresión son ligeramente inferiores", explica Guillermo Lahera, profesor de Psiquiatría y Psicología Médica en la Universidad de Alcalá de Henares e investigador en el Centro de Investigación Biomédica en Red (Cibersam).

"Se supone que los estudios posibilitan el desarrollo intelectual y, de forma más completa, el crecimiento personal en su conjunto", comenta el también psicólogo Valentín Martínez-Otero, quien argumenta: "A través de los estudios se fomenta el amor a la verdad, la inclinación al conocimiento en su más amplio sentido, la racionalidad, la apertura a nuevas ideas, el pensamiento crítico; todo ello enriquecido con otros ingredientes propios de la vida humana que se adscriben a las áreas del afecto, de la moralidad, de la espiritualidad".

Hombres y mujeres

Según el estudio de la OCDE, el porcentaje de hombres que declara tener depresión en España alcanza el 6 % entre los que tienen una formación inferior a la educación superior, baja al 5 % entre los que llegan a la educación Secundaria y es solo de un 2 % entre los que logran estudiar una carrera o Formación Profesional de grado superior. Esos porcentajes son del 14 %, 9 % y 4 %, respectivamente, entre las mujeres.

Los datos sobre España recogidos en el citado estudio son inferiores a los de la media de la UE, donde un 10 % de hombres con educación inferior a la superior dice tener depresión frente al 4 % que sí alcanza esa formación (14 % y 6 %, respectivamente, entre las mujeres).