Adiós emotivo para uno de los más grandes artistas gallegos del siglo XX. El pintor y escultor vigués Pedro Solveira fue despedido ayer en el tanatorio Vigomemorial en una ceremonia civil en la que participaron familiares, amigos y cientos de personajes del ámbito de la cultura y de la política gallega.

En la ceremonia, a media tarde, su hijo, Ricardo Solveira, en representación de sus tres hermanos, quiso aprovechar para honrar a su padre con un emotivo discurso de despedida para el que fue una figura clave del arte en Vigo. Además, recitó dos poemas del poeta Miguel Hernández, uno al comienzo y otro al final en una sala llena a rebosar. Estuvo acompañado por el famoso acordeonista Vadim Yuknerich, al que el propio Solveira conocía personalmente.

El mundo cultural de Vigo lloró ayer junto a sus amigos y familiares el adiós del "artista del hierro" como homenaje al autor del miles de pinturas y esculturas que a partir de ahora alargarán para siempre su memoria.

Desde primera hora de la tarde de ayer el tanatorio acogió a un reguero de amigos del artista, una muchedumbre que quiso dar el último adiós al artista global.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, mantuvo un encuentro con la familia horas antes de la ceremonia civil y posterior incineración en el propio tanatorio. Además de la primera autoridad de la ciudad, fueron muchos los representantes políticos y de la cultura que estuvieron ayer en el tanatorio para despedir al artista y también al amigo conversador preocupado como nadie por todo lo que acontencía a su alrededor y fundamentalmente lo que afectaba a la ciudad viguesa que le vio nacer hacía 84 años en el barrio de Teis. Entre ellos, el escritor y editor, Bieito Ledo, o los pintores Antón Pulido y Xabier Magalhaes. Son algunas de las caras conocidas del mundo del arte que estuvieron en la despedida de un compañero y amigo. También el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices, y Corina Porro, presidenta del Consello Económico e Social y ex alcaldesa de la ciudad.

Vigo pierde a uno de los artistas más singulares y polifacéticos que ha tenido en su historia. El cáncer, que le fue detectado el invierno pasado, fue el causante de su fallecimiento. Sin embargo, a pesar de la enfermedad nunca dejó de trabajar. Su ansia por crear más obras la mantuvo hasta sus últimos días. Muchos proyectos quedaron en el tintero aunque su obra lo mantendrá vivo.