Los visitantes no suelen necesitar demasiadas excusas para pasar unos días en las Rías Baixas. Cada verano la zona suma numerosos turistas a su ya abundante lista de habituales. Personas de todos los rincones del mundo se acercan hasta el paraíso del sur de Galicia para disfrutar de sus playas, aguas y paisajes. También miembros de la realeza. Alfonso de Braganza, príncipe heredero del desaparecido trono de Portugal recogió la invitación de Adriano Marques de Magallanes para disfrutar de una jornada de convivencia en la que alrededor de 200 jóvenes de todo el país intercambian impresiones sobre la actualidad.

Momentos antes de comenzar el evento, y todavía consternado por el atentado del pasado jueves en Barcelona, el heredero luso comparte con FARO sus impresiones sobre los temas más relevantes del momento.

Su juventud -apenas tiene 21 años- no le impide ser un joven inquieto. Excelente estudiante universitario, su posición no le impide disfrutar de fiestas y eventos como cualquier otra persona de su edad. Sin embargo, en sus pensamientos siempre está el pueblo portugués, al que se debe y por el que su familia "pelea" cada día.

El Reino de Portugal terminó hace 117 años, aunque Alfonso de Braganza se siente preparado para, si llega el momento, asumir su jefatura. "Lo tendrán que decidir los portugueses. Nosotros ahora hacemos el trabajo que una familia real debe hacer, tanto dentro del país como en el extranjero", apunta.

Su presencia en Galicia no es la primera ni seguramente será la última. Enamorado de esta tierra, el príncipe heredo es un amante del sur de la comunidad. "He venido con mi padre en varias ocasiones y siempre me voy con una imagen muy bella", señala durante su estancia en la finca de Cesantes, donde destaca la colaboración existente entre Galicia y Portugal. "Solo hay que ver las movilizaciones de bomberos y efectivos que se desplazaron en los últimos incendios. Nos emocionó mucho y les quiero dar las gracias", indica.

Portugal no es ajeno a los últimos atentados que el Estado Islámico ha cometido en Europa. La cercanía con España, que sufrió un brutal ataque este jueves que se saldó con catorce víctimas mortales, hace que el dolor de Alfonso de Braganza y su familia sea todavía mayor. "Estamos consternados y todo el país muestra su pésame a las familias de los fallecidos. Nos alegramos cuando la policía interceptó a los asesinos y vivimos con orgullo la unidad que ha demostrado España. Ojalá esta barbarie no llegue nunca a Portugal", señala.

Todavía acusando la crisis económica, el heredero del trono luso asegura que su país le debe mucho a Europa y no ve factible una posible salida de la Unión Europea como ha impulsado el Reino Unido. "Lo tendría que decidir el pueblo, como todo, pero Europa ha ayudado mucho a nuestra tierra y todavía estamos en deuda con ella", comenta.