Se quedaron sin existencias. La fiesta del jamón de A Cañiza agotó todo el jamón disponible en el acontecimiento festivo y fueron servidas más de 9.500 raciones.

La villa de A Cañiza cumplía 51 años celebrando esta cita festiva dedicada a uno de los productos más populares de la gastronomía ibérica.

"Nos encanta venir a esta fiesta, y ahora desde que se celebra en esta carballeira está mucho mejor que antes", apunta Marisa que como cada año llega desde la comarca del Ribeiro.

Con una temperatura agradable, los asistentes dieron buena cuenta de los kilos y kilos del jamón de la fiesta, curado de esa forma especial y con el sabor típico del Paradanta.

"Nuestro microclima hace que el jamón de A Cañiza tenga este sabor tan especial y pueda curarse de esta forma", apunta el alcalde de la localidad, Miguel Domínguez.

La jornada comenzó a las 11:00 de la mañana en la Carballeira del Cacharado con el inicio de la venta de las diferentes especialidades de jamón: jamón serrano, empanada de jamón, tortilla de jamón, jamón cocido en vino y jamón asado.

Ya a las 12:00 de la mañana tuvo lugar el desfile de la comitiva del jamón, encabezada por los centenarios cabezudos de A Cañiza y por los típicos carros de bueyes gallegos que transportan y exhiben los jamones de la localidad. También estuvieron los niños y niñas cañicense portando las bandejas de pan con jamón para repartir entre los asistentes, una estampa típica de la fiesta.

Pero sobre la 13:30 horas apenas quedaban existencias. El público desbordaba el Parque y las bandejas de jamón loncheado o en las diferentes especialidades había desaparecido.

El jamón fue servido en esta ocasión con vinos de la zona. "Una buena oportunidad para comprobar y reivindicar este maridaje perfecto", apuntó Raúl, otro de los asistentes.

En concurso de cortadores de jamón -en su cuarta edición- fue otro de los éxitos de la jornada y una buena idea para contar con cortadores profesionales para la fiesta pues un jamón bien cortado todavía sabe mejor.