Tomó la alternativa en 2011 en Santander y tras un par de años irregulares se situó como uno de los grandes favoritos de la afición madrileña, que el pasado mayo fue testigo de su salida por la puerta grande de Las Ventas tras cortar dos orejas. Fue un momento muy especial para Juan del Álamo, cuya vida, explica, "está casi siempre muy vinculada al mundo del toro en todo momento, pienso prácticamente todo el día en la profesión" y fuera de la temporada gran parte de su tiempo entrena en el campo: "Es que intento prepararme al máximo, me gusta mucho ir al campo, torear vacas y también en mis ratos libres disfrutar de la familia, de los amigos y de algunas otras aficiones que intento practicar". Este gran esfuerzo se vio recompensado también ayer con la puerta grande de la plaza ponteveresa.
- ¿Cómo se encuentra a estas alturas de la temporada?
-Ahora mismo atravesando un momento muy bueno, personal y profesionalmente; creo que he alcanzado el nivel de madurez y de conocimiento importante para expresar mi concepto y mi estilo de toreo, me conozco más que nunca y por eso digo que estoy en ese momento de dar esa dimensión como torero que tengo y de golpear en la mesa y aportar triunfos importantes.
- Hace solo unos meses se le consideraba el futuro de la fiesta y hoy se lo señala como su presente?
-La verdad es que eso te llena de satisfacción, te llena de orgullo, el ser partícipe en este momento de carteles importantes e imprescindibles en las ferias te carga de una ilusión tremenda, de un orgullo y de mucha satisfacción.
- Destreza, pundonor, arrojo? Se ha escrito mucho de sus últimas faenas...
-Sobre todo a mi me gusta que el público conozca mi verdadero yo, como soy como torero, me gusta gustar con mis armas, que son la entrega dentro de mi concepto puro y de lo que busco, que es la profundidad en cada muletazo que pego. Y a partir de ahí me gusta que me reconozcan como un torero con armas de raza y de clase, con un torero profundo y a la vez clásico, siempre que salgo a la plaza intento dar todo de mi para sacar eso que llevo en mi interior y que es lo que verdaderamente llega y gusta al aficionado.
- ¿Tiene algún traje favorito?
-La verdad es que siempre me he caracterizado por el blanco y plata, un traje que me ha dado triunfos muy importantes, sobre todo en Madrid, la puerta grande de este año en Las Ventas fue con un blanco y plata pero luego me también me gustan muchos colores y tipos de bordados. Siempre me decantado por los trajes más claros, ahora también estoy intentando lucir otros un pocos más oscuros, así que va un poco por rachas pero el más identificativo en mi carrera ha sido el blanco y plata por supuesto.
- ¿Al salir al ruedo solo pienso en triunfar?
-Yo cuando salgo al ruedo sobre todo voy muy responsabilizado, pienso en triunfar por supuesto y en que salgan las cosas bien, que salga todo bien, que llegue el triunfo que busco cada día y en dar rienda suelta a los sentimientos, en expresar lo que siento en la plaza de toros.
- ¿No siente miedo? ¿Cómo lo gestiona?
-(risas) Claro que siento miedo, claro que si, el miedo se siente todos los días pero es algo necesario, es importantísimo sentir ese miedo, esa responsabilidad que te hace superarte, exigirte a ti mismo. Ese miedo a la vez te hace buscar en tu interior y sacar afuera los sentimientos y expresar lo que sientes delante del toro.
- Llega por primera vez a Pontevedra?
-todo que he escuchado, lo que he leído habla del cariño de la afición; y además hace apenas un mes estuve en un tentadero práctico en Pontevedra y pude palpar y sentir ese cariño de la afición, que me parece muy entregada con los toreros.
- ¿Impone especialmente el debut?
-Creo que todo lo contrario, más que imponer el debut ante esta afición motiva, a mi me gusta mucho conocer nuevas aficiones, nuevas plazas y vengo con esta ilusión de debutar y de querer entrar en la afición de Pontevedra y gustarle? En este momento lo que intento es entrar en la afición de Pontevedra, sumar un nuevo triunfo y seguir con esa regularidad que hace falta y que es vital para mi carrera y para el toreo.
