En 2013 comenzó a elaborarse el vino albariño Floreano e Punto, y el año siguiente salió al mercado. Sus creadores, Bodegas Carballal, lanzan ahora una edición que incluye latas de conserva. Las variantes: sardinillas en aceite de oliva y mejillón de la ría de Arousa.

Juan Carlos Vázquez, gerente y enólogo de Bodegas Carballal, declara que "nos pareció buena idea ofrecer en un mismo pack un vino atlántico y productos del mar. El albariño se asocia al pescado y el marisco". Se trata de un albariño 'casero', cuyas uvas se dejan macerar en frío durante 4 horas antes de ser prensadas. Este hecho lo conecta con la tradición, pues cada vez son menos los vinos así elaborados.

En el etiquetado del producto, a Floreano, el personaje creado por Gogue, caricaturista y colaborador de FARO, se le ha añadido el contrapunto femenino de Lía, personaje creado a partir de un concurso organizado por la bodega de Ribadumia. La oferta presenta dos formatos diferentes: una botella y 2 latas, en estuche de cartón; o 6 latas y una botella, en estuche de madera.

Las latas serán elaboradas por Ramón Franco, conservera de A Pobra do Caramiñal, que utilizará mejillón de sus propias bateas; y elaboran las sardinillas a la manera tradicional, tostándolas antes del cierre. Vázquez la considera "una oferta comercial distinta y nueva, que además representa lo más típico de nuestras rías, en mar y tierra" y espera lograr éxito con la iniciativa, así como pedidos desde diferentes países de Europa. A pesar de lo artesanal de los procesos de elaboración, promete precios asequibles para el bolsillo medio.

Floreano, un símbolo

El proyecto posee un significado más profundo de lo que parece a simple vista. En primer lugar, como declara Vázquez,"la imagen de Floreano es cercana y conjuga muy bien, todo sigue un hilo conductor. Hemos logrado combinar productos alimentarios típicamente gallegos con personajes típicamente gallegos. Tanto el vino como las conservas siguen el mismo criterio de elaboración. Aunque existan packs similares, esta vez se hace bajo una misma marca y el criterio común del gusto por lo tradicional. Hablamos de una conservera y una bodega, ambas familiares, que utilizan productos propios".

Pero no solamente coinciden continente y contenido, sino que la propia iniciativa surgió de una escena al más puro estilo de las tiras cómicas de Floreano, que tantas veces aparece alrededor de una 'cunca' de su bebida favorita.Vázquez reconoce que "fue una idea casi de taberna, tomando un vino. Nos conocíamos, yo tenía la idea de lanzar al mercado un albariño tradicional y Gogue de llevar a sus personajes a nuevos lugares, más allá de la viñeta. Ligamos ambas cuestiones. Él conocía nuestros productos, nunca prestaría su imagen a productos más mayoristas".