Las empresas generan cada día enormes volúmenes de datos que necesitan ser analizados para poder tomar decisiones. Y los expertos en Big Data, a los que ya se les sitúa entre los profesionales del futuro, son capaces de extraer todo el potencial que esta información ingente puede aportar a la mejora de todo tipo de sectores, desde la banca y las telecomunicaciones a la moda. Zalando, la conocida empresa on line alemana es un ejemplo de ello y Ana Peleteiro forma parte del plantel de data scientists -científicos de datos- que trabajan en su centro de investigación y desarrollo de Dublín.

"Las empresas que no inviertan en su estrategia digital lo tendrán complicado en el futuro. Hasta hace muy poco, las decisiones se tomaban por instinto pero los científicos de datos aportamos información sobre los hábitos o el perfil de los clientes que permiten mejorar las ventas. Yo nunca voy a sustituir a una estilista, pero sí puedo ayudarla. Zalando ha pasado de ser solo una tienda de moda on line a convertirse también en una empresa tecnológica. Somos más de 1.600 empleados en varios países que nos dedicamos a esta parte", destaca.

El Fashion Insights Centre de Dublín fue la primera oficina tecnológica fuera de Alemania. Ana se incorporó en sus inicios, en octubre de 2015, y actualmente forma parte de una plantilla de casi un centenar de profesionales, la mayoría ingenieros y científicos de datos. La misión de estos últimos es estar al día de los avances en investigación para desarrollar herramientas que utilizan otros departamentos o que ayudan directamente al usuario final, por ejemplo, con la personalización de las búsquedas.

"Los científicos de datos hacemos investigación, de hecho, la empresa promueve que asistamos a congresos y publiquemos artículos, pero también desarrollamos herramientas que se utilizan en la empresa. Te enfrentas a muchos retos y resuelves problemas del mundo real y esto es una satisfacción. A mí me gustan las dos facetas, por un lado, me encantan las matemáticas y la estadística y, por otro, disfruto aplicando todo esto al día a día", celebra Ana, que aplica técnicas de procesado de lenguaje natural para extraer información de textos.

Nació en Boiro en 1986, aunque ha pasado la mayor parte de su vida en Vigo, ciudad en la que estudió Ingeniería de Telecomunicación y se doctoró con premio extraordinario gracias a una tesis relacionada con la inteligencia artificial y la cooperación entre robots dirigida por el profesor Juan Carlos Burguillo y durante la que realizó estancias en el King's College de Londres y el IIIA-CSIC de Barcelona.

"Casi todos los científicos de datos tenemos un doctorado en el ámbito tecnológico y la mayoría somos ingenieros, aunque también hay físicos. Yo recomendaría mi profesión a gente de este perfil porque es muy interesante", anima.

Ana llegó a Irlanda tras descartar abrirse camino en la universidad española: "Es monolítica, no promueve la excelencia, hay mucha endogamia y es difícil crecer profesionalmente dentro de ella". Y en Dublín, también ha tenido acceso a unas condiciones laborales que no son comunes entre las empresas españolas.

"A pesar de la crisis, Irlanda vio claro el valor del I+D. Dublín apostó por atraer a grandes compañías como Zalando, Google o Amazon para crear puestos de trabajo y riqueza y hoy es otra ciudad. Es un hervidero de nacionalidades y hay muchísimos españoles en empleos tecnológicos", apunta.

Las compañías compiten entre ellas para contratar y ofrecen condiciones salariales y de entorno de trabajo muy atractivas: "Son conscientes de que el talento hay que pagarlo y quieren que estés feliz y motivado para que seas más productivo. Valoro mucho la flexibilidad, la autonomía y la oportunidad de sentirme realizada".

Con esta filosofía, Zalando también promueve que sus empleados hagan deporte, lo que supone "el mejor momento del día" para Ana, que fue jugadora del Celta Baloncesto en 1ª nacional: "Aunque colgué los tenis sigo haciendo muchísimo deporte: running, crossfit, bicicleta... Te inculca unos valores de esfuerzo, superación y trabajo en equipo que siempre te llevan a querer hacerlo mejor en todas las facetas de tu vida".

Ana se ha adaptado muy bien al país celta y a la vida en su capital: "Aunque a suene a tópico, lo mejor de Irlanda es la gente. Son muy parecidos a los gallegos, como el paisaje, y es fácil hacer amigos".