Carmen Sánchez, miembro de la Fundación Amigos del Prado, ha dejado en herencia al museo buena parte de su patrimonio, en concreto 800.000 euros y una casa en Toledo, para que se destinen a la adquisición y restauración de cuadros, según informó hoy en una nota la pinacoteca. Sánchez falleció a los 86 años en Madrid.