Ha trabajado como coreógrafo en formatos tan conocidos como "Telemaratón", "La parodia nacional" y "Lluvia de estrellas". En "Operación triunfo" (OT) mostró ante las cámaras cómo es una clase de baile y ahora hace lo mismo en Estados Unidos, donde es uno de los profesores del formato estadounidense del famoso concurso de talentos. Javier Castillo, más conocido como "Poty", ha hecho de este medio su hábitat natural. Pero antes de desembarcar en la pequeña pantalla, fue bailarín del Ballet Nacional bajo la dirección de Maya Plisetskaya y Nacho Duato, y coreógrafo de la Selección Nacional de Gimnasia Rítmica que ganó el Campeonato del Mundo en Atenas en 1993. En abril volverá a presidir el jurado y a presentar la gala de la competición de baile Vigo Porté, que reunirá en Vigo más de 1.500 bailarines.

-Este será el cuarto año consecutivo que presidirá el jurado de la competición Vigo Porté. ¿En qué aspectos se fija más el jurado en este tipo de pruebas?

-Vigo Porté es un acontecimiento absolutamente espectacular, uno de los acontecimientos de danza más importantes de Europa y, desde luego, el más importante de España. Para una ciudad es una suerte tener un acontecimiento cultural de estas dimensiones y que además lleva su nombre. Por eso creo que todas las instituciones de Vigo deberían apoyarlo. Estamos hablando de más de 1.500 concursantes en un fin de semana, y esto genera unos ingresos en la ciudad, puestos de trabajo, etcétera. Estamos hablando de un acontecimiento que es ya un referente internacional en el mundo del baile. En cuanto a lo que me pregunta, el jurado tiene en cuenta tres aspectos: la puesta en escena y vestuario, la elección de la música y la técnica.

-¿Y cómo está el nivel?

-Yo me sorprendo todos los años. Es increíble el nivel de danza que hay en Vigo. Y en España también. De verdad que hay coreografías que más quisieran tener muchos grandes musicales.

-¿Qué es lo más complicado de enseñar a bailar?

-Primero, hay que tener una predisposición, pero igual que para aprender matemáticas. Después, tienes que meterte en una dinámica de mantenimiento del cuerpo, de cuidar la alimentación, etcétera. La danza es una disciplina muy dura, pero yo invito a todo el mundo a que la pruebe. La danza es salud para el cuerpo y para la mente. Si la gente bailara más el mundo probablemente iría mucho mejor.

-¿Y enseñar ante las cámaras de televisión?

-La materia última es la misma, aunque son dos formas distintas de enseñar. porque una cosa es enseñar en tu sala de ensayo, donde no te ve nadie, y otra es hacerlo con cuatro cámaras de televisión siguiendo todo el proceso. En televisión se magnifica todo porque te muestra hasta cuando te rascas la nariz, pero creo que este es uno de los secretos del éxito de programas como "¡Mira quién baila!" y "OT".

"´OT´ supuso un cambio bestial para todos"

-"Operación Triunfo" cambió la vida de un grupo de concursantes. ¿A usted también?

-Yo cuando de "OT" hablo de la primera edición, que fue mágica, única y un hito en la historia de la televisión. Es uno de los motivos por los que estoy trabajando en Estados Unidos. Yo ya llevaba muchos años en televisión, pero "OT" supuso un cambio bestial para todos, profesores y concursantes, y quien lo niegue es un ingrato.

-Fue el director artístico del concierto "OT. El reencuentro?" celebrado el pasado 31 de octubre en Barcelona precisamente con motivo de los 15 años de esa primera edición. ¿Cómo encontró a los concursantes?

-Quince años mayores. Hay un cambio sustancial en ellos después de quince años de carrera, para unos exitosísima, para otros no tanto, aunque los dieciséis viven de la música. Aunque hubo poco tiempo para dirigirlos, todo salió bien y llenamos el San Jordi, 22.000 personas, una locura. Fue un regalo.

-Pero al final, de lo que más se habla es de la "cobra" que hizo Bisbal a Chenoa.

-Es una pena que después de tanto trabajo acabemos hablando de un animalito. Todo sobre el escenario estuvo dirigido por mí y puedo asegurar que no hubo "cobra". Depende de la cámara que los enfoque se ve "cobra" o no. Los dos se comportaron como auténticos profesionales.