Las cibervíctimas en riesgo de convertirse en graves son las que mayores niveles de ansiedad y estrés sufren durante todo el día; mientras que los ciberacosadores y aquellos que solo observan presentan los niveles más bajos, según un estudio de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

En el trabajo se relaciona por primera vez la secreción del cortisol u "hormona del estrés" con el acoso en internet. Asocian el perfil de liberación de cortisol con el rol desempeñado, ya se sea víctima, agresor u observador.

La investigación detecta cambios fisiológicos que afectan directamente a la salud dependiendo del papel que adoptan los adolescentes en el ciberacoso, especialmente, en el caso de las víctimas.

"La cibervictimización está significativamente relacionada con un alto perfil de secreción de cortisol, que, a su vez, también se relaciona estadísticamente con las medidas de estrés y ansiedad", según el director de Cyberbullying-OUT, Joaquín Manuel González.

De la combinación de los resultados de los cuestionarios y del análisis de la cantidad de cortisol en saliva (que indica el nivel de estrés) se deduce que las cibervíctimas en riesgo son las que más sufren.