España es el tercer país de la Unión Europea cuya población más se concentra en las ciudades, casi la mitad. Para estos moradores vivir lejos de una carretera es casi imposible. Un estudio sugiere que las personas expuestas al tráfico denso podrían padecer una mayor incidencia a la demencia. A esta conclusión ha llegado un grupo de investigadores de Ontario (Canadá), según los cuales, vivir a menos de 50 metros de una de estas vías se traduce en tener un 7% más de riesgo de padecer alguna enfermedad de este tipo.

Los investigadores, dirigidos por Hong Chen, estudiaron durante más de 10 años a un grupo de seis millones de habitantes de entre 20 y 85 años que residían en el país americano. Se centraron además en la incidencia de tres enfermedades neorológicas concretas: la demencia, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple.

El equipo publica en la revista The Lancet que la muestra asoció el tráfico pesado con una tasa de riesgo del 1,07 a la demencia pero no con las otras dos enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud hay unos 47 millones de personas con demencias en el mundo, de los cuales entre 60 y 70% padecen la enfermedad de Alzheimer, un mal neurodegenerativo que conduce a un deterioro de la capacidad cognitiva y a una pérdida progresiva de la autonomía. .

La investigación identificó entre 2001 y 2012 más de 240.600 casos nuevos de demencia, 31.500 de la enfermedad de Parkinson, y 9.200 casos de esclerosis múltiple. Los expertos observaron que los casos de demencia fueron un 7 % más altos entre las personas que vivían a 50 metros de calles con tráfico, un 4 % más altos entre los que residían entre 50 y 100 metros de estas carreteras y un 2 % de los que estaba entre 101 y 200 metros. "La sensibilidad parecía más fuerte entre los residentes urbanos, especialmente los que vivían en las principales ciudades", relatan los investigadores. Sugieren además que partículas ultrafinas, el ruido, el óxido de nitrógeno y el desgaste de los neumáticos pueden influir en el desarrollo de la dolencia.

No obstante, el equipo sólo observó dónde vivían las personas con demencia, por lo que se muestra a favor de hacer más estudios sobre esta enfermedad.

Resultados no concluyentes

"La investigación no demuestra una relación causa efecto, no tiene sentido crear ningún tipo de alarma porque que haya una correlación no quiere decir que sea la causa", tranquiliza el jefe del servicio de Salud Mental del Chuvi, José Manuel Olivares. La tasa de riesgo es científicamente "ridícula" según su valoración, aunque sí señala que hay una parte interesante del proyecto: "Habría que ver si replica en otros países y estudiar si hay algo asociado al tráfico, las emisiones, la gravilla, el ruido, que pueda influir".

Otros estudios ya habían apuntado a la contaminación, producida entre otros factores por el tráfico, como posible causa ambiental de enfermedades mentales. Como ocurre en este caso, los resultados tampoco eran concluyentes pero ayudan a sentar una base para intentar descifrar qué factores todavía desconocidos producen estas enfermedades.