Se conocen pocos líderes gallegos, pero uno de ellos fue Manuel María Núñez Saavedra, hidalgo natural de Lugo que tuvo bajo su mando entre 100 y 200 guerrilleros. Comesaña descubrió que fue uno de los pocos que se aventuró hacia tierras asturianas, llegando a tomar algunos pueblos, también de la provincia de León.

El carlismo se asocia a un movimiento rural liderado por la aristocracia, como por ejemplo este hidalgo. Sin embargo, Comesaña recordó que la alta clase social gallega era en su mayoría liberal. Además, el 80% de la población de entonces era rural, como ejemplificó con el padrón de ciudades como Vigo, donde solo residían 13.000 personas, por lo que era un reflejo de la sociedad.

Comesaña apoyó también su afirmación en una fotografía que encontró de una partida de guerrilleros de Mondoñedo. "La foto nos revela muchas cosas", dijo mientras mostraba la imagen, que ilustra la portada del libro: 17 guerrilleros, ya detenidos pues no portan armas, que pertenecen en su mayoría al sector de los artesanos y donde solo hay 3 agricultores. Entre ellos se encuentra Patricio Delgado, que se convertiría años más tarde en uno de los primeros autores en escribir una novela en gallego: A Besta.

Los carlistas que peleaban en Galicia buscaban en Portugal una retaguardia segura, "querían que fuera como Francia para los vascos y franceses". Hubo un intento de formar un mando que liderara un levantamiento generalizado a un lado y el otro del río Miño, pero uno de los principales organizadores fue detenido y se destapó todo el entramado, que incluía contactos con Francia, Reino Unido y otros puntos de España para comprar armas con destino Galicia.