Pati Blanco: "Mi poesía se la dedico a las personas capaces de vivir varias vidas"

"Este libro se ha escrito en la franja horaria en la que se detiene el reloj de los mortales, en donde el mar se convierte en estanque de silencios, en cueva de la memoria, para desenterrar los miedos, las pasiones, los amores y desamores, las subidas y bajadas, las huidas, los prejuicios, las calles y las avenidas de los paisajes, de los espacios vitales, por donde discurre el hombre desnudo, sin cargas ni mochilas, sin mapas del tesoro que garanticen su supervivencia".

De esta bella forma presenta el propio Pati Blanco (A Coruña, 1957) su segundo poemario, "Tintero de olas", un libro en el que reúne sus pensamientos y vivencias de los tres últimos años en el lenguaje poético.

El autor -que hace tres años se estrenó con "Segunda piel"- presenta el libro este jueves (20.00 horas) en El Corte Inglés de Vigo con la intervención del alcalde Abel Caballero, la actriz y poeta Deborah Vukusic e Isabel Ferreiro, escritora e hija de Celso Emilio Ferreiro. Tras Vigo -"ciudad en la que trabajo y vivo y que esta vez quise que fuera la primera parada para agradecer el enorme cariño con que me acogieron con mi primer libro"- lo presentará en A Coruña el 4 de noviembre, en Madrid el día 8 y en Santiago, el 10.

"Tintero de olas" es el poemario con el que Blanco da continuidad a su primer libro, "con el que di ese paso atrevido de mostrar al lector todo mi interior". "La complicidad con la que me recibió el público y descubrir que mis palabras conseguían remover y conmover a quien me lee, me animó a seguir por esta senda", destaca el autor que, asegura, en este segundo poemario se siente más maduro como poeta. "Mi motivación principal a la hora de escribir es escapar de la rutina y reconocer mis carencias", añade.

En su escritura, Blanco reivindica "una forma de relacionarnos más sincera" y asegura que la poesía "saca lo mejor de nosotros mismos si somos capaces de manifestarnos a través de ella".

Poemas con un componente biográfico evidente trasladan al lector las inquietudes del escritor, su pasión por la geografía gallega -"que cada día disfruto desde mi casa en Alcabre"-, su sentimiento de soledad y su constante búsqueda y reconocimiento del amor y de la pasión. "Son poemas que miran hacia la esperanza, que hablan de reconstrucción y reconocimiento ya que para mí es esencial esa capacidad del ser humano para vivir varias vidas", afirma el autor que dedica el libro "a todos aquellos que alguna vez murieron y fueron capaces de resucitar".

El libro se divide así en varios apartados según el clima de los poemas. "Uno de ellos lo dedico a personas que forman una parte importante de mi vida, entre ellos hago un homenaje especial a Pablo Neruda, que influyó muchísimo en mi vocación", destaca.

También habla de la soledad, "de los muchos momentos en los que me siento a la intemperie, como un náufrago a la deriva".

Para Blanco, la poesía "es una necesidad en mi vida para testimoniar sensaciones o conservar para mí mismo algunos momentos de mi vida" y por eso, no ha dudado, de nuevo, "en abrir la cremallera de mi alma", algo que a muchos, quizás por mi perfil público, ha llamado mucho la atención", concluye.