El tabaco de liar es más barato que el convencional y esta es la principal razón de que haya aumentado su consumo, sobre todo entre los jóvenes. Solo en Galicia, y según datos de Sanidade, los fumadores de picadura han pasado del 1,8% en 2007 al 18,7% en 2015. A este auge contribuye también la falsa creencia de que es más sano y natural que el tabaco empaquetado, aunque la realidad es bien distinta.
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Para poner freno a este incremento, la Generalitat de Cataluña ha puesto en marcha un programa educativo dirigido a los adolescentes de 12 a 14 años, que tiene como fin disuadirles de que se inicien en el consumo del tabaco. "¿Fumar? No me lío" es el lema de esta campaña. Y es que, a pesar de que la entrada en vigor de la llamada ley antitabaco ha reducido la prevalencia del tabaquismo, aún un 30% de la población adulta española es fumadora, según la última Encuesta Nacional de Salud, y cuatro de cada cinco fumadores empezaron su consumo antes de los 18 años.
Elisardo Becoña, catedrático de Psicología Clínica y director de la Unidad de Tabaquismo y Trastornos Adictivos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), aboga por extender esta campaña al resto del país. "En el tema del tabaco van apareciendo temas nuevos cada varios años, auspiciados por la industria tabaquera, cuyo fin es mantener a los fumadores o conseguir otros nuevos, sobre todo entre los jóvenes. Esta campaña me parece muy bien porque la promoción del tabaco de liar se orienta a los jóvenes o a personas con pocos recursos, para que así sigan manteniendo su adicción. Lo ideal es que hubiese campañas nacionales de este tipo para eliminar mitos, concienciar a la población de los problemas físicos y mentales que causa fumar y así prevenir su consumo", argumenta.
Además, distintos estudios constatan que, al contrario de la creencia popular, el tabaco de picadura es más perjudicial aún que el convencional, ya que contiene más aditivos para mantener la humedad y más monóxido de carbono por el tipo de papel, por lo que este tipo de tabaco puede resultar mucho más perjudicial para la salud. "Es peor que el tabaco normal. El motivo es que al tener que fumarlo con su papel de librillo sabemos que contiene muchísima más nicotina, alquitrán, monóxido de carbono y otros componentes que un cigarrillo normal. De ahí que fumen menos porque la nicotina de los mismos les satura. Pero ello es más negativo para su salud", explica.
Becoña recuerda que cualquier cigarrillo contiene cerca de 4.000 sustancias nocivas, entre ellas varias con potencial de producir cáncer. "Lo que hace la persona cuando fuma es ingerir un veneno por la boca, a pequeñas dosis, que con el tiempo va a afectarle a órganos vitales, de ahí el que produzca cáncer de pulmón, laringe, problemas cardiovasculares, y así hasta no menos de cincuenta importantes enfermedades", afirma Becoña. Y añade: "No olvidemos que fumar es la primera causa evitable de muerte. En lo que llevamos de año han muerto en España 46.400 personas prematuramente por fumar. Realmente, una cifra de muertos inadmisible".