Su ritmo de viaje es tan frenético que consume un pasaporte casi cada año. A lo largo de su trayectoria profesional, Rubén Naveiro (Touro, 1979) ha visitado hasta 40 países de Latinoamérica, África y Asia para desarrollar los proyectos de viabilidad en megapuertos de Singapur, Honduras o Brasil que empresas y gobiernos encargan a ALG, la consultora global de Indra para temas de transporte e infraestructuras. Durante 7 años, trabajó en sus oficinas centrales de Barcelona hasta que en 2013 aceptó trasladarse a la sede de Dubai en busca de nuevos retos.
"En España dejé un ambiente de enorme pesimismo mientras que aquí impera el sentimiento de que todo es posible, incluso ahora que ha descendido el precio del petróleo. Trabajar fuera te da una visión más amplia y aumenta tus conocimientos. Te desarrollas profesionalmente y te brinda la oportunidad de promocionar", señala Rubén, que desde que llegó a Emiratos Árabes se ha convertido en manager del área portuaria y, junto a su mujer Laura, han sido padres de su primera hija, Julia.
Poco se imaginaba sobre su futuro cuando empezó a estudiar Ingeniería Industrial en Vigo. Eligió la especialidad de Organización porque le atraía "la visión más global y estratégica" de la empresa y cursó un año como "erasmus" en el Instituto Francés de Mecánica Avanzada, en Clermont-Ferrand, donde también desarrolló su proyecto fin de carrera.
Y ya no regresó a Galicia. Se estableció en Barcelona, donde trabajó el primer año para una distribuidora de muebles, y en 2006 entró en ALG. "Mi traslado a Dubai fue paralelo a la evolución de la empresa, que pasó de tener el 20 al 80% de su trabajo en el exterior. Mientras estaba en Barcelona participé en el desarrollo de puertos de Honduras, Brasil, Chile o Marruecos. Pero me empezaba a aburrir. Vine a Dubai para trabajar con una empresa de Emiratos que quería comprar un puerto cerca de San Petersburgo y, cuando me ofrecieron quedarme, casi acepté al momento", reconoce.
Rubén realiza los proyectos de viabilidad de megaestructuras portuarias que requieren inversiones gigantes, implican miles de empleos directos y son claves en el desarrollo económico de su región. "Es preciso realizar modelos económicos bastante complejos que tengan en cuenta la demanda, los costes de la obra, los ingresos o el canon que la empresa deberá pagar al país, entre otras cuestiones, para determinar si va a ser rentable", explica.
El ingeniero coruñés, que acaba de estar en Nigeria formando a la Autoridad Portuaria del país, trabaja en una oficina con proyectos vinculados a los tres principales puertos de la zona: Jebel Ali, en Dubai, el más grande del mundo construido por el hombre; Singapur, el segundo en tráfico de contenedores; y el de Colombo, en Sri Lanka.
Actualmente está involucrado en otra iniciativa en Argelia y en la expansión de una empresa de Emiratos para transportar productos petrolíferos. Entre sus encargos recientes también figuran las islas Comoras, situadas entre Mozambique y Madagascar, cuyo gobierno impulsa un plan de desarrollo de sus puertos.
La situación de los países exige en ocasiones contratar a agentes locales que faciliten las relaciones con las autoridades o tomar fuertes medidas de seguridad como cuando viajó a Honduras para poner a punto la concesión de Puerto Cortés, situado en la ciudad más peligrosa del mundo.
Nada que ver con los estándares de vida en Emiratos. "Son muy estables a nivel económico y político, una auténtica isla que te permite aprovechar todas las oportunidades de negocio en la zona. En estos momentos hay países emergiendo como Kenia, donde los chinos construyen una gran línea ferroviaria entre el puerto de Monbasa y Nairobi. Además todos nos estamos posicionando para el momento en que se levanten las sanciones en Irán, donde necesitan todo tipo de infraestructuras", comenta.
Rubén asegura que los profesionales españoles, cuya presencia ha aumentado en gran medida desde su llegada, gozan de buena imagen en Dubai: "Como en Latinoamérica y África, en esta zona estamos muy bien considerados. Hay empresas de nuestro país con proyectos muy importantes como la ampliación del metro de Dubai o el AVE en Arabia Saudí. Y también el español se demanda mucho en institutos y academias. Mi mujer, que es profesora de idiomas, encontró trabajo en un mes".
Dubai es un país en el que confluyen expatriados de todo el mundo -en su oficina conviven hasta cinco nacionalidades-, de grandes contrastes sociales y excesivo en su crecimiento. Rubén vive en un edificio frente al que acabaron diseñando un río artificial para proporcionarle vistas: "La zona es sorprendente, más verde que Galicia. Acaban de terminar una Ópera enorme en forma de barco y están construyendo un canal navegable en torno al Burj Khalifa. Y, con motivo de la Exposición Universal de 2020, levantarán otra vez el edificio más alto del mundo".
