Dos de los hermanos Oriol entregaron más dos millones de euros a Orden y Mandato San Miguel, en donaciones y préstamos, según confirmó ayer Javier Oriol en el Juzgado de Instrucción 1 de Tui durante su declaración como testigo en la causa que se sigue contra la denominada secta de Oia, y cuyo líder Miguel Rosendo se encuentra en prisión provisional por presuntos abusos sexuales, fraude fiscal y asociación criminal.

La abogada Ana Reguera, que representa a familiares y víctimas, señaló que Javier Oriol, que lleva las cuentas de sus hermanos Piedad e Ignacio, benefactores de la asociación investigada, aseguró en su interrogatorio que "a su hermano lo han engañado". Explicó que sus hermanos donaron a este grupo dinero "de buena fe", porque "querían ayudar a la Orden". "Ahora, que luego se desvió dinero es evidente", expone Reguera, ya que la Orden "no tenía dinero al ser intervenida"; en la casa de Vilariño "les cortaban" la luz y sus miembros "siempre andaban pidiendo". "¿Dónde está metido ese dinero?", se pregunta la letrada a la vez que recuerda que tanto la mansión de Oia como el chalé de Collado donde vive la familia del fundador tras ser destituido por el obispo de Tui-Vigo forman parte del patrimonio de Rosendo.

En concreto, Ignacio Oriol hizo donaciones por 1,5 millones, a lo que se suman otros 540.000 euros en calidad de préstamo para la casa de Collado y supuestamente otros 100.000 euros para reformas de esta vivienda. A ello, expone la letrada, se añade el dinero que donaban otras personas, algunas de las cuales llegaron a "vender sus pisos" . También Piedad Oriol donó a la asociación de fieles 200.000 euros.

Javier Oriol , según Reguera, dijo conocer las cantidades que constan en autos, porque de la entrega de las mismas existen justificantes bancarios y apuntes contables. Unas donaciones que se hicieron a lo que consideraban era una buena causa "lo que resultó un engaño".

El abogado de Rosendo, Emilio Cortes, resaltó que Javier Oriol declaró sobre pagos y cuestiones tributarias y que "en momento alguno observó nada que pudiera dar a entender que el destino de ese dinero pudiera ser un enriquecimiento ilícito".