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La doctora Celia Miralles, ayer en Santiago. // Óscar Corral

Avances en la lucha contra el sida

Vigo participa en el ensayo de un fármaco para el VIH de una inyección bimestral

- El tratamiento mejorará la calidad de vida de los pacientes, que se medican a diario - Urgen a que se aprueben los fármacos preventivos para la población en riesgo

La Unidad de VIH del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo participará en los próximos meses en el ensayo clínico de un nuevo fármaco que consiste en una inyección intramuscular compuesta por una combinación de dos fármacos y que sólo deberá administrarse una vez cada dos meses, mejorando mucho la calidad de vida de los pacientes, que dejarán de tomar medicamentos a diario.

Así lo explicó ayer en Santiago la doctora Celia Miralles, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, durante su participación en el Asamblea Nacional de Hemofilia, que desde el viernes y hasta hoy presenta las novedades en torno a esta patología con pacientes y especialistas de toda España.

Miralles explicó que la adherencia a los medicamentos ha sido uno de los principales problemas para tratar esta enfermedad. "Hay que tener en cuenta que hace 20 años los tratamientos exigían al paciente la toma de muchas pastillas diarias, hasta 20, y que los efectos secundarios eran muy fuertes, por eso muchos abandonaban". Sin embargo, destaca que a partir de 1996, "el panorama cambió radicalmente con la llegada de los tratamientos de alta eficacia, con los que por primera vez podíamos controlar la carga viral, y hoy la expectativa de vida de un enfermo diagnosticado precozmente es muy similar a la de sus coetáneos no infectados", indica la especialista.

Este nuevo medicamento, que se encuentra en fase 3 de estudio, es una reformulación con nanotecnología "que permite una liberación prolongada; aún no está claro si será más adecuada su administración una vez al mes o cada dos meses, pero de momento parece que es más efectivo una al mes", destaca Miralles. "Incluso hay un medicamento, aún muy en fase previa, que podría administrarse solo una vez al año", adelanta. "Aún no hay vacuna que permita erradicar terapéuticamente la enfermedad, pero desde luego los tratamientos están avanzando muchísimo", afirma la doctora.

También habló de otros fármacos en pastillas, "que están en una fase más temprana de estudio pero que son muy interesantes porque presentan nuevos puntos de ataque dentro del ciclo vital del VIH".

Se estima que en España hay 150.000 personas afectadas, de las que entre 7.000 y 8.000 serían en Galicia. En la Unidad de Vigo tratan a unos 1.700 pacientes. Cada año diagnostican unos 20-22 nuevos casos -unos 200 en toda Galicia- en su mayoría de transmisión por vía sexual en hombres que tienen sexo con otros hombres. "El perfil de nuestros pacientes son hombres de entre 20 y 40 años, pero también tenemos casos de mayores de 70 y 80 años", comenta la experta.

"Nos damos cuenta de que las campañas de prevención valen muy poco cuando el contagio es por vía sexual", advierte la experta. De este modo, la Unidad insta a que se apruebe, como en otros países, la profilaxis pre exposición, lo que significa administrar antirretrovirales preventivos -una pastilla al día- a las personas que mantienen relaciones de riesgo. "Está más que demostrado que es una estrategia muy poderosa para evitar el contagio por VIH de personas sanas que mantienen sexo con otras infectadas y que el coste es efectivo, pero aún no hemos conseguido que se apruebe y habrá que determinar si paga esa medicación el paciente o si entra en el sistema público", advierte Miralles.

Sexo y drogas, sin control

Otra práctica que la experta advierte que puede convertirse en "un problema de salud importante" en un futuro próximo en muchas ciudades de tamaño medio es el llamada "Chemsex". "Se trata de la unión de sexo en grupo con personas desconocidas y con drogas, algo que no parece muy nuevo, pero sí lo es hacerlo de forma compulsiva durante todo el fin de semana, con un consumo de estupefacientes en altas dosis y practicando sexo duro, sin preservativo y con varias parejas, lo que puede suponer un repunte del sida, sobre todo entre los más jóvenes", describe Miralles.

La tendencia del chemsex comenzó en Estados Unidos y entró en Europa a través de Gran Bretaña. "En España ya es una realidad en ciudades como Barcelona o Madrid y en la propia Galicia podemos asegurar que también hay encuentros de este tipo", advierte.

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