Christian Rosendo, hijo del fundador de la disuelta Orden y Mandato de San Miguel, expresó con firmeza que "todo es mentira" sobre las acusaciones que se han vertido sobre su padre, Miguel Rosendo, a quien se investiga por supuestos abusos sexuales, además de asociación ilícita y delito contra la Hacienda Pública.

El joven declaró ayer como testigo por vez primera ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número Uno de Tui, en el caso de la disuelta Orden y Mandato de San Miguel, investigada por presuntos delitos de asociación ilícita y contra la Hacienda Pública. Lo hizo después de su hermana Verónica, que llegó con él hasta edificio judicial en silla de ruedas, llevada por una pariente y acompañados ambos por la abogada de la defensa, Teresa Quintana-Drake.

El testigo manifestó su confianza "en la inocencia de mi padre", por lo que "vamos a dejar que la Justicia haga su trabajo y se demuestre la verdad". Está convencido de que "es todo mentira", refiriéndose a las acusaciones contra su progenitor, tanto las de abusos sexuales y vejaciones, como las económicas. "Mi padre está fuerte", dijo, y "con ganas de defenderse".

La abogada defensora precisó sobre la declaración que las preguntas fueron sobre supuestos abusos y asuntos económicos "no hubo nada en que haya podido dudar", indicó. "Nosotros no hablamos hasta ahora, esperamos a la verdad y a que trabajase el Juzgado" que "es muy garantista", afirma la letrada.

Por su parte, la abogada de la acusación que representa a víctimas y perjudicados, Ana Reguera, opina que "el testimonio no tiene peso", dado el vínculo familiar. "No me sorprende como discurrió la declaración. He visto a dos hijos defender a su padre. Su testificación no tiene peso frente a los abrumadores testimonios de víctimas y otros testigos". Además indicó que tanto Christian como su hermana Verónica y su madre Carmen (que declara hoy), vivían en el chalé familiar, mientras Miguel Rosendo dormía y tenía su despacho en otras estancias.

Durante la mañana de hoy está citada para declarar Miriam Lima, esposa de Christian, con quien tiene dos hijas.

La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel fue reconocida por la diócesis de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano. Al tener conocimiento de supuestas irregularidades, nombró a un visitador canónico autor de un informe. Posteriormente el Obispado de Tui-Vigo suspendió y disolvió la Orden que tuvo su sede en Oia.