El grupo de investigación de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), BioFarma, acaba de incorporarse a un proyecto que explora el rol de nuevos inhibidores dirigidos a dianas epigenéticas contra el cáncer, liderado por la compañía Oryzon Genomics, con la que ya colabora desde 2008 en otros proyectos. "Pretendemos actuar sobre determinadas proteínas que modulan la expresión de determinados genes relacionados con el cáncer sin modificar la información contenida en el ADN", explica Mabel Loza, coordinadora del grupo BioFarma, aplicado al descubrimiento de fármacos, respecto a este estudio.

BioFarma se encargará del desarrollo de nuevos modelos in vitro para la caracterización de las nuevas moléculas generadas en el marco del proyecto, y llevará a cabo el cribado de los nuevos compuestos generados sobre aquellas dianas seleccionadas por Oryzon Genomics y Palobiofarma para la evaluación de la actividad y selectividad de los nuevos compuestos. "El grupo se responsabilizará además de la caracterización del ADME (absorción, distribución, metabolismo y excreción) in vitro, y del estudio de los compuestos sobre líneas celulares tumorales", añade.

Loza detalla que el proyecto se encuentra en la fase de identificación de un compuesto o compuestos activos que reúnan las características de seguridad y eficacia necesarias para su futuro desarrollo clínico. "El cáncer sin duda supone uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. El tratamiento del cáncer en general, y en especial en aquellos tipos de cáncer más agresivos, consiste en combinaciones de fármacos con distintos mecanismos de acción, para así conseguir eliminar todas las células cancerígenas. El principal problema de estas terapias es que a la larga, la mayoría de los pacientes acaban volviéndose resistentes y refractarios a la terapia. Por ello, es importante el desarrollo de nuevas terapias, y en especial, el desarrollo de nuevas terapias combinadas basadas en mecanismos de acción diversos y que actúen sobre dianas celulares distintas, y que pretendan disminuir la aparición de los fenómenos de resistencia.

El proyecto, que concluirá en 2017, cuenta con un presupuesto cercano al millón y medio de euros y se lleva a cabo gracias a la financiación de ayudas plurianuales del Ministerio de Economía y Competitividad, con la participación de la Unión Europea en el marco del programa Retos-Colaboración.