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Juan C. Rodríguez: "O se toman medidas para afrontar el alzheimer o se van a colpasar los servicios"

"Galicia es un país envejecido, disperso y pobre, lo que es un cóctel que dificulta mucho la lucha contra esta enfermedad en crecimiento", dice el presidente de AFAGA

El público asistente a la charla sobre alzheimer en el auditorio vigués del Areal. // R.Grobas

"Galicia es un país envejecido, disperso y pobre, lo cual es un cóctel preocupante que hace más difícil la lucha contra el Alzheimer, uno de los grandes retos del siglo XXI", dijo ayer en el Club FARO Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos del Alzheimer de Galicia (AFAGA-Alzheimer). "Sin embargo -apuntó- esta fotografía de la realidad gallega puede convertirse en un oportunidad para desarrollar aquí innovaciones en la atención a los mayores, porque este envejecimiento poblacional es una experiencia previa de lo que va a ocurrir en España y en Europa".

Presentado por la neuróloga del Meixueiro María José Moreno, el presidente de Afaga llegó al club con una densa cartera de datos sobre la enfermedad que el público pudo verificar en el power point en el que se apoyó, pero antes hizo una serie de consideraciones personales. "La realidad del Alzheimer en Galicia tiene tres claves poblacionales que la hacen especialmente singular y problemática: las tasas más altas de envejecimiento de Europa, la dispersión de la población y por tanto la mayor dificultad de la atención "in situ" y, la tercera, que los recursos económicos de Galicia son más bajos que la media de España". Quiso ser Rodríguez, no obstante, positivo. "Hay vida después del diagnóstico y, si en los últimos años hemos ganado años a la vida, ahora debemos ganar vida a los años, haciéndolo más llevadero. Enfrentarse con el alzheimer es el envés, la otra cara de la moneda del éxito en el aumento de nuestra esperanza de vida".

Es fundamental, según Rodríguez, que a las familias cuidadoras se les reconozca su trabajo y se les apoye y que la comunidad se comprometa con esta enfermedad. "Nosotros llamamos ciudades solidarias o amigables -afirmó- a las que hacen una política transversal de atención a las demencias y crean un entorno solidario con las víctimas del Alzheimer y sus cuidadores. En los últimos años se ha avanzado en el conocimiento del alzheimer y la sensibilización social y política ante el mismo, pero es solo el inicio en el cambio de modelo en la atención general".

"La tasa de incidencia de las demencias degenerativas en mayores de 65 años es elevada -añadió-, un 10 por ciento, y el 70 por ciento de ellos son alzheimer. En el caso de los de más de 85 aumental al 50 por ciento. Dado el mayor envejecimiento de la sociedad el futuro del alzheimer se hace inquietante y por eso necesitamos políticas que permitan ralentizar el proceso de deterioro, hacer campañas para el diagnóstico temprano y que, desde el momento del diagnóstico, las familias tengan clara información de las fases de la enfermedad. Es tal la magnitud del problema que o se tomen medidas para afrontarlo o se van a colapsar los recursos sanitarios y sociales".

Recordó Rodríguez que hasta ahora en España el papel de la familia asumiendo funciones que también le corresponderían al Estado ha sido clave "pero debemos ser conscientes de que las familias actuales son cada vez más pequeñas y están más dispersas, no hay tasa de reposición suficiente".

El presidente de Afaga dedicó una parte de su tiempo a facilitar datos básicos sobre esta enfermedad. "Las demencias -dijo- debemos entenderlas como la pérdida de la función cognitiva (pensar, recordar y razonar) hasta tal punto que interfiere en las actividades de la vida diaria de las personas. En cuanto al alzheimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioración cognitiva y trastornos conductuales".

Entre las señale de alarma citó Rodríguez las pérdidas de memoria que afectan a las capacidades de trabajo, las dificultades para realizar tareas familiares, problemas de lenguaje, desorientación en el tiempo y espacio, pobreza de juicio, problemas de pensamiento abstracto, cambios en el humor, iniciativa y conducta...

De los datos sobre estas demencias en el mundo dijo que habría unos 24 millones de los que un 60-70 por ciento serían de alzheimer, y un diez por ciento menores de 65 años. "Es la única de las diez primeras causas de muerte que no tiene un plan de prevención ni disminuye en los últimos años. Los pacientes viven una media de 8 años y uno de cada 7 vive solo. En cuanto a los cuidadores, un 80 por ciento son familiares y de ellos el 60 por ciento sufre un alto nivel de estrés y síntomas de depresión. El 70 por ciento son mujeres y un 30 hombres", dijo Rodríguez.

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