A Gabás, licenciada en Filología Inglesa y profesora universitaria, le preguntaron por su vida tras el éxito de su novela anterior y cómo concilia con ello su dedicación política. "Paso las mañanas ejerciendo como alcalde de mi pueblo, por las tardes escribo en una habitación en la que no puede entrar nadie y a lo largo de todo el día soy madre de dos hijos. A mí me gusta la política local, la que resuelve problemas concretos. Soy del PP pero en realidad mi única ideología es que me cuadren las cuentas de mi ayuntamiento".

Dice la escritora que el éxito, viviendo en un lugar tan pequeño como el que vive, no le ha cambiado la vida. "Lo que echo de menos son mis ratos de soledad, que han disminuido por mis obligaciones de viajar. Pero soy muy metódica en mi trabajo, me tomo escribir como un entrenamiento diario en el que no existe la inspiración sino la disciplina, las horas de dedicación".

Hay quien dice que ha recuperado el estilo de la novela romántica del siglo XIX, y ella está de acuerdo. "Es lo mejor que me pueden decir. A veces, la palabra romántico está cargada de connotaciones relacionadas con historias sensibleras y yo siempre recuerdo el romanticismo del siglo XIX como un acto de subversión en la época de la razón y de la lógica. Los románticos tenían un gusto por las pasiones desbordadas, lo misterioso, lo extraño, lo oscuro..."

El navarro Fernando González Molina dirigirá la adaptación de "Palmeras en la nieve". Gabás dice que ella no va a criticar si se parece o no a su novela. "Es una película que se inspira en mi novela, para leer esta el libro".