Antonio Pinacho

El intenso sabor a mar de la ostra atrajo ayer a miles de visitantes a Arcade para disfrutar de uno de los eventos gastronómicos más emblemáticos de Galicia, que cumple su vigésimo octava edición con el mismo atractivo que en sus inicios. No en vano, ya decía el ilustre escritor Álvaro Cunqueiro que este es el manjar con el que se debería abrir una mariscada, por su "sabor espiritual, que es como una añoranza del mar".

El éxito de asistencia cumplió las previsiones de la organización y durante toda la jornada se calcula que pudieron pasar por la localidad cerca de 30.000 personas. Algunas incluso llegados desde fuera de Galicia. Y es que la calidad de este molusco de la ría bien merece el esfuerzo de un viaje hasta esta localidad para darse el gusto de este exquisito bocado.

"Ha sido un gran año, tanto que en algún momento nos vimos desbordados. Los puestos no pararon ni un momento de servir raciones e incluso las empanadas y la especialidad al escabeche se agotó poco después del mediodía ante la enorme demanda", explica Ángel Franco, uno de los responsables de la organización. En total pudieron despacharse unas 50.000 ostras en la carpa, y unidas a las de la jornada inicial y a las servidas de los establecimientos de hostelería de la localidad, la cifra total puede rondar las 100.000 unidades.

Los precios asequibles, a cinco euros la docena, animaron a mucha gente a desplazarse hasta la zona portuaria y a los restaurantes para disfrutar de este popular molusco en las distintas especialidades. "Hay gente que quiere probar cosas nuevas, pero al que de verdad le gustan las ostras las pide al natural", indica Franco, que también resalta el éxito del albariño de Soutomaior. "A pesar de que la botella se vendía al doble de precio que el ribeiro, se despacharon más del doble".

La Festa da Ostra, declarada de Interés Turístico en el año 2002, dispuso en esta edición la mayor carpa de su historia, de 60 metros de largo por 25 de ancho, que en momentos puntuales se quedó pequeña. El alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, mostraba su satisfacción por el éxito logrado. "Esta ha sido la edición más concurrida de los últimos años y demuestra que la fiesta mantiene todo su potencial como atractivo turístico", concluye.