El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO), dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, alertó ayer de los riesgos de no tener encriptada la red wifi doméstica, lo que puede traer problemas como una conexión más lenta, la obtención por parte de terceras personas de datos personales, descargas ilegales e incluso la suplantación de identidad. El presidente del Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia (CPEIG), Fernando Suárez Lorenzo, aplaudió la recomendación de Inteco de proteger la wifi, ya que cada vez realizamos más operaciones a través de internet y estas pueden ser interceptadas por ciberdelincuentes. "El propio router ya te guía. Es una operación relativamente sencilla y elemental para garantizar la seguridad de nuestras conexiones. Sin ser alarmistas, pero es importante concienciar a la gente de que es relativamente fácil reventar la seguridad predeterminada del router", advierte el informático, que añade que acceder a una wifi protegida sin consentimiento es cada vez más frecuente.

"La mayoría ni lo sabe porque lo más habitual es que se trate de alguien que ha accedido a nuestra red solo para navegar gratis, por lo que el menor de los problemas es que la banda ancha vaya más lenta. Sin embargo, también pueden tener acceso a nuestros datos y controlar nuestro equipo", advierte.

Para blindar la wifi, el usuario solo tiene que seguir una serie de pasos: cambiar el nombre de la red (SSID) y después ocultarlo, utilizar el protocolo de seguridad WPA o WPA2, modificar la contraseña que viene configurada por defecto y cambiar la que da acceso a la administración del router. Asimismo, es importante habilitar un cortafuegos, activar el filtrado de direcciones MAC -indicar al router qué equipos están permitidos- y apagar el router cuando no se vaya a utilizar.

En cuanto a la clave, recuerda que las más seguras son las que contienen letras -mayúsculas y minúsculas-, números y símbolos, mejor largas que cortas, y que no contengan datos relacionados con el usuario, como la fecha de nacimiento o de aniversarios, un error muy común.

El presidente del CPEIG recomienda también emplear el sentido común y extremar la cautela cuando se emplee una red wifi pública. "No somos conscientes de los riesgos de las redes públicas, y debemos ser muy cuidadosos porque cualquiera puede estar ahí y acceder a nuestra conexión. Por eso, no hay que hacer ninguna operación que precise la introducción de datos personales", alerta Suárez, que agrega que las conexiones 3G son más seguras, ya que es el operador el que controla y pone los límites.

Suárez recomienda, en caso de creer que alguien pueda estar utilizando nuestra wifi ponerse en contacto con el operador. "Si notas que la banda ancha va más lenta, el operador puede decirte si se debe a un problema del servidor o es que alguien está sirviéndose de nuestra wifi", recomienda.