El exanalista militar Bradley Manning fue encontrado ayer no culpable del cargo más grave que afrontaba, el de "ayuda al enemigo", por filtrar documentos clasificados a WikiLeaks, pero fue acusado de espionaje y otros 18 cargos que acarrearían una pena máxima de 136 años de cárcel.

Manning, que se mostró tranquilo en la sala del tribunal militar de la base de Fort Meade (Maryland), escuchó cómo la jueza castrense Denise Lind leyó primero el "no culpable" para el cargo más grave, el de "ayuda al enemigo". El Gobierno estadounidense había decidido no pedir la pena de muerte por esa grave violación del código militar y solicitó la cadena perpetua por haber puesto en manos del enemigo información delicada a través de WikiLeaks.

Pese a la exculpación de "ayuda al enemigo", Manning fue encontrado culpable en diverso grado de otros 19 cargos, entre ellos los de espionaje y robo, que acarrearían una pena máxima de 136 años de prisión. Manning, que facilitó más de 700.000 documentos secretos a WikiLeaks fue absuelto de transmitir un vídeo en noviembre de 2009, poco después de llegar a Irak.

Analista de inteligencia en Irak entre octubre de 2009 y mayo de 2010, cuando fue detenido, Manning fue encontrado culpable de violar la Ley de Espionaje por la filtración de los diarios de guerra de Irak y Afganistán, los cables diplomáticos del Departamento de Estado, informes de presos de la Base Naval de Guantánamo o direcciones militares de correo electrónico. Además, el exanalista fue declarado culpable de almacenar información sin autorización y vulnerar las medidas de seguridad de las bases de datos secretas a las que tuvo acceso en Irak.

La jueza Lind abrirá hoy la fase de sentencia, en la que se podrán presentar nuevas pruebas. La pena final puede variar dependiendo de la opinión de la juez, aunque con toda seguridad incluirá la salida de Manning de las Fuerzas Armadas. El soldado lleva más de 3 años en prisión y pasó casi 9 meses en un duro régimen de vigilancia y aislamiento en Quantico (Virginia), declarado injusto por la coronel Lind, que le garantizó una reducción de la sentencia de 112 días.

Durante el juicio, que comenzó el 3 de junio, la Fiscalía pidió una condena por ayuda al enemigo debido a que al colocar la información en internet a través de WikiLeaks adversarios y organizaciones terroristas enemigas de Estados Unidos como Al Qaeda tuvieron acceso a la información. La acusación llegó a presentar pruebas de que durante el registro de la casa donde se escondía Osama Bin Laden, las fuerzas especiales que asaltaron el complejo, encontraron información filtrada por WikiLeaks.

La defensa argumentó que WikiLeaks es un organización periodística y advirtió de que una inculpación sentaría un precedente preocupante para el trabajo informativo. Además presentó a Manning como un joven idealista que justificó sus acciones por la necesidad de que los estadounidenses y el mundo en general conocieran los excesos de los militares en las guerras en Irak y Afganistán y los abusos en países del tercer mundo.

El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, condenó el dictamen contra Manning, y calificó al militar de "héroe".

En unas declaraciones desde la embajada ecuatoriana en Londres, donde está refugiado desde junio de 2012, Assange dijo que el dictamen crea un "precedente peligroso" y dijo que su portal no descansará hasta que el militar "esté libre".

El periodista australiano admitió que no encuentra consuelo en la decisión del tribunal militar de absolver a Manning del cargo de "ayudar al enemigo", que calificó de "absurdo".

Assange espera que Manning recurra contra el dictamen y consideró que la única víctima en este caso ha sido el "orgullo herido" del Gobierno de EE UU.

"Este no fue nunca un juicio justo", afirmó el periodista a varios medios.