No es un milagro, sino trabajo fruto de solidaridad que llega de muchos lugares de Galicia y que permite al banco de tapones del Baixo Miño conseguir las metas que se propone. Ayer personas voluntarias desplazadas de puntos de toda la comunidad gallega, inclusive desde Burela, se pusieron manos a la obra y seleccionaron 15.000 kilos de tapones que se almacenaron en enormes sacos para ser trasladados en camión, durante esta semana, hasta la empresa recicladora Reserplas de O Porriño.

El portavoz del banco solidario, Jesús Pazo, hizo balance de los 10 meses de esta iniciativa, durante los cuales se recogieron y seleccionaron 70 toneladas de tapones, lo que permitió ayudar a un total de nueve niños con enfermedades y de familias humildes que requieren tratamientos largos y aparatos especiales para facilitarles la vida diaria.

Después de esta etapa, ayer se anunció nueva directiva, con el veterano Manuel Pardo a la cabeza. Como dijo Jesús Pazo "pusimos en marcha los motores de este colectivo de ayuda y reciclaje y ahora dejamos el timón en manos de Manuel Pardo y los nuevos administradores, que se conocerán mañana o pasado". En los próximos días se informará del nuevo equipo.

Nuevos beneficiarios

A partir de hoy la campaña sigue y será a favor de la niña Micaela, de 19 meses, vecina de Tui, que sufre hipotonía muscular; la pequeña Paola, de 12 años, de Vigo, con parálisis cerebral; y Samuel, de 10 años, de Santiago, que sufre una enfermedad degenerativa.

El almacén del banco de tapones, situado en Tomiño, era ayer una fiesta, al haber concluido la meta con éxito.

El niño Carlos Cambra Gómez, de 7 años, con parálisis cerebral y desprendimiento de retina, recibió un cheque de 3.000 euros, que servirá para adquirir un andador NF Walker. Sus padres, Mar y Juan Carlos, y su hermano Daniel, informaban del partido benéfico a favor del niño que se celebró también ayer, en Salvaterra, municipio donde residen, con participación de jugadores del Celta de Vigo y ciclistas.

El pequeño Adrián Chao Lafuente, de Vilalba (Lugo), de sólo 4 años, sufre leucodistrofia, una enfermedad por la que pierde mielina. El banco le entregó 2.450 euros que se invertirán en la compra de una silla o hamaca para el baño y el resto para costear un tratamiento de hidroterapia. Sus padres, Ángeles y Miguel, y su hermano Alejandro, explicaron que está abierta una campaña en Vilalba que les ayuda a costear el tratamiento que el pequeño recibe en un centro privado de Montouto. El padre está en paro y la madre trabaja en una estación de servicio. El adolescente Miguel Ángel no pudo asistir, al encontrarse enfermo, pero llevarán hasta su casa el cheque por 1.500 euros.

El colectivo solidario celebró además, con alegría, el cumpleaños de Carlitos, con una canción a cargo de Bea y entrega de un MP3, obsequio del banco de tapones. Un coro de aplausos se escuchó al final y la emoción caló dentro de los corazones de todos los presentes.