Camille Claudel nació en 1864 en el seno de una familia de la pequeña burguesía francesa. Desde muy joven mostró gran talento para el dibujo y la escultura y consiguió entrar en el taller de Auguste Rodin. Maestro y alumna se hicieron amantes. El escultor, promiscuo sin límites, no accedió a casarse con ella ya que no quería abandonar a la madre de su hijo, Rose Beuret. Obsesionada por el amor, Camille fue incluso convencida por Rodin de abortar cuando quedó embarazada. Profundamente humillada, abandonó a Rodin y se encerró en su propio estudio a esculpir incansable cabezas de niños. La joven perdió la cabeza y su familia la ingresó en un psiquiátrico donde vivió 30 años hasta su muerte en 1943. Nunca más volvió a esculpir.