Los responsables del Cabildo de la catedral de Santiago han decidido poner orden a las visitas guiadas. A veces se acumulan grupos en la basílica y se producen, argumetnan, "aglomeraciones y masificaciones en puntos sensibles" del templo. A partir de enero, esas escenas serán historia, ya que la catedral restringirá el acceso a 30 personas por grupo que deberá amoldarse a un horario limitado que apenas llega a ocho horas por la semana y nunca coincide con la Misa do Peregrino. Las visitas deberán estar conducidas "obligatoriamente" por guías oficiales de turismo de Galicia, acreditados por la catedral. Los interesados deberán abonar seis euros, porque la medida forma parte del proyecto que aspira a la autofinanciación de la basílica. El pago de la tarifa permitirá acceder al Museo, el servicio de radioguía y la consigna.