"Desde hace tres semanas, esto se ha convertido en un ir y venir de camiones. Deben estar organizando una fiesta muy gorda". Los vecinos de la parroquia cambresa de Anceis, y sobre todo los inquilinos de las casas que rodean el pazo de Drozo, tienen estos días una distracción extra: observar cómo evolucionan los trabajos de acondicionamiento del recinto para la llamada boda del año. "El domingo pasado fue uno de los días con mayor ajetreo. No paraban de entrar y salir de la finca tráilers y grúas para montar las carpas", explica una vecina que vive justo enfrente de la casona aunque, asegura, desde su vivienda "no se ve casi nada". "Hace unos años se veían muy bien el edificio del pazo y la piscina, pero desde que pusieron los camelios junto al muro, es muy difícil ver algo. Los paparazzi lo van a tener bastante complicado", bromea.

La boda de la hija pequeña del fundador de Inditex con el jinete Sergio Álvarez Moya es el tema principal de conversación en los corrillos que se forman en la estrecha carretera que atraviesa Anceis. "Estos días no se habla de otra cosa. Sobre todo, porque no paran de venir periodistas preguntándonos por el tema", comenta una pareja de vecinos que pasea por la zona. "Todos quieren saber si hemos visto algo y si Amancio Ortega y el resto de la familia suelen venir por aquí", indican, y añaden: "Lo cierto es que apenas se les ve. Hace años, cuando no se sabía los millones que tiene, sí que era habitual verlo entrar y salir en la finca, pero ahora ya no. Se cuida mucho de no llamar la atención", sostienen.

Otra vecina asegura que el hombre más rico de España compró el pazo donde el próximo sábado contraerá matrimonio su hija –y donde él mismo se casó con Flora Pérez en 2001– hace ya "veintitantos" años. "Según tengo entendido, antes pertenecía a un militar que vivía en A Coruña", apunta esta mujer, quien asegura haber visitado la finca "varias veces" antes de que perteneciese a los Ortega. "Es enorme y muy bonita. Tiene una huerta, un fuente y una casa donde viven los dos matrimonios que se encargan de su mantenimiento", relata.

Los vecinos cambreses de los Ortega esperan poder ver a "algún famoso" el día de la boda. "Algunas revistas dicen que igual viene la hija de Carolina de Mónaco, y puede que también la infanta Elena. A ella ya la hemos visto varias veces por aquí, cuando venía a competir con los caballos", subrayan. El próximo sábado se despejará la incógnita. O tal vez no.