Cuatro busca nuevos casos para Supernanny, el programa de la antigua cadena de Sogecable, producido por Magnolia TV, y ya ha comenzado el proceso de selección para encontrar nuevas familias con niños para el estreno de su séptima temporada.

El espacio pretende servir de ayuda para corregir problemas de conducta y modificar las rutinas así como facilitar las claves para una mejor comunicación entre padres e hijos.

Tras el éxito cosechado en sus seis primeras ediciones, el programa de ayuda volverá y, para ello, Cuatro busca familias con niños de entre 2 y 10 años que requieran la ayuda de Rocío Ramos-Paúl, la supernanny española.

-Hay la costumbre de decir aquello de “mi hijo ha salido bueno o malo”. ¿Usted cree que hay niños que “salen” buenos y otros que no?

-No. Eso es un error, los niños como los adultos hay cosas que las hacen adecuadamente y otras que no. Si etiquetamos al niño y le decimos que es malo se lo cree y va a hacer todo lo posible para mantener ese rol. Todos tenemos capacidad de cambiar y más los niños. Es terrible etiquetarles desde el principio.

-A lo largo de su carrera profesional habrá encontrado muchos casos difíciles. ¿Hay conductas más complicadas de cambiar que otras?

-El más difícil es el que no llega a consulta, cuando los padres no advierten que hay problemas, y no se interviene y la conducta se mantiene en el tiempo.

-¿Cuál es el mayor error que cometen los progenitores con sus hijos?

-El mayor error es pensar que no te puedes equivocar, porque la educación es imperfección. Muchas veces, cuando los padres son demasiado exigentes con la educación, les recomiendo que se den permiso para equivocarse diez veces. La gente que quiere ser perfecta en cuanto a ser padres tiene una espada de Damocles encima continuamente. Lo quieren hacer tan bien que al final, desgraciadamente, las cosas no salen tan bien. Es mejor pensar que si me equivoco le puedas decir a tu hijo que lo sientes y que te has equivocado. Esto también le puede servir de modelo al niño para saber cuando tiene que pedir perdón.

-Siempre ha hecho hincapié en dar responsabilidad a los niños. ¿Hasta qué punto es importante?

-La autonomía es fundamental, por desarrollo y porque si el niño tiene logros se da cuenta de que vale y esto está directamente relacionado con la autoestima, que es uno de los pilares fundamentales de la inteligencia emocional.

-“A este niño le ha faltado una bofetada a tiempo”. ¿Qué le sugiere esta expresión que oímos con tanta frecuencia?

-No puedo estar de acuerdo. La bofetada para en el primer momento, pero no educa en ningún caso. Además, se producen dos efectos. El primero es que puedo entender que para resolver un conflicto tengo que hacer uso de las tortas, y el segundo es que, la primera torta para, pero la próxima vez la torta tiene que ser más fuerte y entonces nos metemos en una dinámica familiar muy complicada.

-Se está hablando mucho de la generación Ni-Ni, ni estudia ni trabaja. ¿Se puede prevenir que ocurra?

-Desde luego que no es algo de un día para otro. Creo que el tener normas y límites en casa desde el principio hace que nos hagamos responsables. El dotar de autonomía hace que seamos capaces de hacer cosas y que desarrollemos la empatía.

-¿Qué le diría a unos padres que han dado por perdida la batalla con su hijo?

-Que no me lo creo. Ningún padre dice eso. Podemos no saber qué hacer y desesperarnos, pero seguro que no habrán tirado la toalla.