Arturo Martínez, de Vitoria, trabajaba en una fábrica de pilas. Un día, la empresa decidió hacer “limpieza” y 211 trabajadores acabaron en el paro. Este joven vasco digirió la noticia como buenamente pudo, con mente positiva. Y en esa digestión, nació un proyecto, recorrer la Península Ibérica en bicicleta para reivindicar más su uso en España y Portugal.

Anteriormente, este aventuro ya había realizado otras hazañas como el viaje a China en bici de 2008. “Aquel año, me fui con uno de Bilbao. Este proyecto por la Península es una continuación de todo aquello”, explica.

Al igual que en su periplo por el país de la Ciudad Prohibida, ha logrado sumar compañeros a su iniciativa. Antes de partir de Vitoria, el catalán Arturo Torres -que se encontraba en la ciudad como turista- leyó en un diario una información sobre el proyecto de Martínez. Un e-mail y comentario a través de su blog (subealabici.wordpress.com) los puso en contacto y así comenzó la historia.

Poco antes, el cántabro y funcionario Chema Lahidalga había solicitado una excedencia para sumarse al proyecto. “Tenía ganas de hacer algo en bicicleta. Estaba pensando en dar la vuelta al mundo; pero, como no encontraba patrocinadores, me uní al proyecto de Arturo porque dentro de lo malo, este viaje me lo podía pagar yo”.

Para no derrochar, el grupo de aventureros intenta dormir -siempre que puede- bajo un techo barato o incluso gratuito como parques de bomberos o polideportivos. Cuando esto no es posible, el remedio consiste en pagar una pensión o un camping (del Playa América, en Nigrán, por ejemplo, guardarán la generosidad recibida) o instalar la tienda de campaña en una zona verde como hicieron el 28 de mayo en unos jardines a las afueras de Tremp (Lleida).

Los mosqueteros del pedal

Desde su salida de Vitoria, los tres mosqueteros del pedal han recorrido las zonas de pre Pirineos en la frontera con Francia, la costa catalana, Valencia, Castellón, Almería, Málaga, Cádiz, Huelva, Algarve, Lisboa y Oporto. Las imágenes de todas ellas se recogen en su blog como una mirada en tiempo real de un viaje fantástico. En este periplo de fotografías, tanto nos invitan a entrar a un castillo; como a ver una cálida y rojiza puesta de sol desde Tarifa; como vemos zambullirse desde un puente de Oporto a un grupo de niños ávidos de la fría agua del Duero ante el congelado paso de un barco Rabelo.

Con etapas de un promedio de entre 70 y 80 kilómetros, el equipo de “Subealabici” ha hecho turismo pero también ha expandido su mensaje. “El objetivo principal -explica Arturo Martínez, a la llegada de la expedición a Vigo en la mañana de ayer- es reivindicar el uso de la bicicleta para que la gente la utilice y las administraciones hagan todo lo posible para aumentar la seguridad en este medio de transporte, sobre todo en las ciudades. Este proyecto tiene su parte de aventura pero, sobre todo, queremos que se reflexione” sobre este asunto.

La expedición por Galicia (a la que llegaron desde Portugal en el ferry de Caminha a A Guarda) incluye la parada de ayer en Vigo y Pontevedra para proseguir la ruta por la costa hasta la Costa da Morte y después girar hacia A Coruña. En la ciudad herculina, está previsto que participen en una marcha el día 29 para reivindicar el uso de la bicicleta.

Su sueño es que todas las ciudades copien el modelo de localidades como Barcelona, Vitoria o Sevilla. “Lo que se ha hecho en la capital andaluza en estos cinco años es impensable hasta para ciudades del norte de Europa. Sevilla no tenía nada de carril bici y ahora ha cambiado totalmente. Si se ha hecho allí, ¿proqué no se puede aplicar en otros lugares?”, se plantea Martínez.