El vanguardista ascensor del pabellón de Finlandia en la Expo de Shanghai y los de otras veintiuna delegaciones, incluida la española, llevan la firma de la multinacional Kone. Su nombre está detrás de los elevadores, puertas y escaleras mecánicas que utilizan a diario ciudadanos de todo el mundo: desde el metro de Madrid, pasando por el aeropuerto de Los Ángeles y el circuito de Fórmula 1 de Abu Dhabi hasta el crucero más grande del mundo, el Oasis of the Seas. La vida ya no se entendería ni sería posible sin estos artilugios en los que diseño y alta tecnología se dan la mano, pero que también exigen un cuidado constante. El ingeniero electrónico Iago Arribas (Santiago, 1972) dirige proyectos de mantenimiento de la firma en todo el mundo desde su oficina de Bruselas.

"El ascensor siempre es el mismo, pero su situación varía mucho en cada país. En Hong-Kong un edificio residencial de cuarenta pisos es de lo más normal y en las oficinas los trabajadores hacen colas organizadas para usarlos. Pero el país que más me ha llamado la atención es la India. El shock cultural fue muy grande. En España, en un elevador de diez personas se suelen meter seis, pero allí siguen entrando hasta que ya no caben más, como en una lata de sardinas", destaca.

Arribas estudió Ingeniería Industrial en Vigo y en 1999 empezó a trabajar en la oficina de Kone en Madrid. Su primer misión fue dar soporte técnico a los nuevos productos y después se cambió a la actividad de negocio para implementar los sistemas informáticos de gestión en las oficinas repartidas a lo largo del mundo. A día de hoy, Kone está presente en más de cuarenta países y tiene 34.000 empleados.

"En Madrid empecé a trabajar globalmente y en 2007 surgió la oportunidad de trasladarme a Bruselas. El primer año viajaba más, un par de veces al mes, y tenía que desplazarme a Asia y Estados Unidos. Ahora estoy más centrado en España, Italia o Francia", comenta sobre su día a día.

Arribas aprecia la oportunidad de hacer la maleta por trabajo con destino a Singapur, Bangkok o Dubai: "Realmente te metes en la cultura de cada país, no te quedas en la nube del turista. Yo no asisto a reuniones cerradas, sino que me muevo en un ambiente bastante cercano a todo el mundo, pues tengo que comprobar cómo funciona el ascensor. Te acabas relacionando con gente de todos los niveles".

Kone, nacida en Finlandia, celebra este año su centenario como una de las primeras firmas internacionales del sector. En 2009 se convertía en la primera empresa dedicada al transporte vertical con un premio Good Design Award. Y ya ha sumado el segundo.

Pero además del diseño, sus expertos también se centran en el medio ambiente, un ámbito "en el que se está poniendo mucha insistencia". El 80% del gasto del ascensor se produce cuando éste permanece parado y la compañía ha desarrollado sistemas para que se apaguen las luces y el ventilador.

Las ventas de 2009 alcanzaron los 4.700 millones de euros y las expectativas siguen siendo muy buenas. "La tendencia a la urbanización y el hecho de que la población sea cada vez más adulta hacen pensar en que seguirá aumentando la demanda", opina Arribas.

Mundial de fútbol

El compostelano es el único español de la delegación de Bruselas, "una pequeña ONU" donde conviven belgas, franceses, portugueses e italianos. "Poco después de llegar aquí ganamos la Eurocopa y ahora, con el Mundial de Sudáfrica, esto va a ser muy divertido", celebra.

A Iago Arribas le gusta decir que se ha ido mudando de "capital en capital" desde Santiago hasta su actual destino. "Aquí hay muchísimos españoles, parece una provincia más. Pero la gente siempre está de paso", reconoce.

De la capital belga destaca su vida cultural y las facilidades para viajar a otras ciudades europeas. "Llueve menos que en Santiago y además es muy verde", comenta.

Arribas es también un buen embajador de Galicia y en la última Semana Santa se trajo a unos franceses de vacaciones: "Quería enseñarles la parte de España que no tiene flamenco".