En el Día Mundial de la endermedad de Párkinson, que se celebra hoy y que este año lleva por lema “¡Vamos a movernos todos!”, los expertos hacen un llamamiento a los colectivos implicados en esta dolencia con el fin de aunar fuerzas y mejorar la calidad de vida de los afectados. Los especialistas reclaman también una mayor implicación por parte de las instituciones que comienza en la actualización de los datos relativos al número de personas que padecen este trastorno neurológico crónico y neurodegenerativo, de modo que se puedan tomar medidas al respecto.

Las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad datan del año 2003, con cerca de 100.000 afectados en toda España, mientras que en la actualidad se calcula que la afección de párkinson afecta aproximadamente a entre unas 120.000 y 150.000 personas, aunque se estima que hay entre un 30 y un 40% más de enfermos que no están controlados o están mal diagnosticados. Del número global de afectados se calcula que al menos el 25% de los pacientes es menor de 60 años de los cuales, alrededor de un 15% todavía no ha cumplido los 40 años.

Un dato llamativo que perciben los expertos en los últimos años es el retraso en la edad de aparición de la enfermedad, pasando de los 60-65 años a los 50-55, siendo los hombres los que más la padecen. Respecto a las perspectivas de futuro, se prevé que el número de afectados se duplique para el año 2025 y se triplique en 2050, debido al envejecimiento de la población.

Tríada parkinsoniana

Los principales síntomas del párkinson son tres, lo que se denomina la tríada parkinsoniana. El más conocido es el temblor pero no afecta a todos los pacientes, sólo a un 60% de los casos. Otras manifestaciones de la enfermedad son la rigidez muscular, que suele manifestarse en casi el 100% de los diagnosticados y que les impide realizar tareas cotidianas. La acinesia es otro signo característico y el más discapacitante y está ligado a la ausencia de movimiento.

Estos síntomas representan sólo una parte de los existentes y, según los especialistas, resulta difícil discernir entre la patología y achaques propios de la edad, de ahí que existan tantos casos sin determinar. El primer diagnóstico de la enfermedad es clínico por lo que la exploración del médico de Atención Primaria es esencial para su detección temprana. Un factor importante para que establecer el tratamiento y mejorar la calidad de vida del paciente.

La enfermedad de Parkinson se produce debido a la muerte progresiva de neuronas en el sistema central y periférico pero su origen es desconocido en el 75% de los casos y por causas genéticas hasta en un 5% de los pacientes. En el porcentaje restante las causas son variadas, aunque las más estudiadas son los factores ambientales y, fundamentalmente, la exposición a tóxicos.

Desconocer la raíz que origina la enfermedad dificulta que los investigadores hallen un tratamiento universal y eficaz para los afectados de párkinson. Otra cuestión derivada de ignorar la causa de esta afección radica en la imposibilidad de establecer unas medidas preventivas concretas.

En cuanto a los tratamientos, en algunos pacientes se ha consolidado la cirugía de estimulación cerebral profunda, que se empezó a practicar hace una década en España y de la que actualmente se ven beneficiadas cerca de 250 personas cada año. Los estudios más recientes apuntan a tratamientos con células madres aunque los expertos se muestran prudentes al respecto ya que, estiman, pasarán varios años antes de obtener algún resultado concreto en este campo. El problema de estos avances es que, aunque mejoran la calidad de vida del afectado y de las personas que se ocupan de su cuidado, no erradican el trastorno ya que es crónico y degenerativo, un factor que supera a los diagnosticados y suele desembocar en depresión.