"Tic-tac, tic-tac, o reloxo vai soar. Tic-tac, tic-tac, témonos que levantar". Así, al ritmo de este animado reloj, el cantante y compositor gallego Pablo Díaz pondrá hoy en pie a los niños en Vigo, en un concierto que celebrará en la Puerta del Sol (17.00 horas) en el que actuará acompañado de otros seis músicos.

Las canciones que interpretarán forman parte de "Tic-tac", un libro-disco publicado por Kalandraka en el que las canciones de Díaz se reflejan en las originales ilustraciones del diseñador suizo, afincado en Bueu, Marc Taeger.

Las dieciséis canciones del libro, que es el primer trabajo en solitario de Pablo, tratan temas muy próximos a los niños como la naturaleza, el mar, los animales o el hogar. La mayoría de ellas son composiciones propias del autor, otras son temas tradicionales a los que ha puesto música y otras dos son adaptaciones de cuentos de Kalandraka. "En ellas, los niños aprenden mucho vocabulario en gallego y, desde la perspectiva del folk, nos acercamos a muy distintos ritmos: desde la música clásica al jazz, el soul, el rock, el swing y los ritmos latinos", explica el autor. De este modo el disco, además de entretener en casa, es un útil instrumento para las clases de Educación Musical.

Pablo se animó a realizar este trabajo al percatarse "de la escasísima música para niños en gallego que existe. Me animaron mis amigos y mi propia experiencia como padre", asegura.

Mandolina, bouzuqui, violín, trombón, saxofón, armónica, flauta travesera, batería, acordeón, guitarra eléctrica , gaita y piano, junto a las voces de Pablo, Carmen Rey, Guadi Galego y Xabier Díaz guian a los niños por un mundo de imaginación en el que los cocodrilos se enamoran, los trasnos y los ruiseñores bailan a su antojo y los mouchos están choscos.

Pero las canciones incluidas en "Tic-tac" también se pueden mirar. El disco está acompañado de un libro con las letras y las originales ilustraciones de Taeger, que ha realizado con la laboriosa técnica del linograbado, un método recuperado por el autor y que ahonda en el carácter tradicional de la obra. Durante el verano, en la huerta de su casa de Bueu, Marc Taeger se dedicó a tallar en una plancha la forma de las figuras que, posteriormente impregnaba de color y estampaba en el papel. Después las ponía a secar a la sombra de las viñas y las láminas se procesaban con métodos digitales para componer las ilustraciones definitivas.

El prólogo del libro está escrito por Santiago Auserón, más conocido como Juan Perro, que impartió un curso de canto y composición al que asistió Pablo y le animó a realizar este álbum ilustrado. "Las canciones y las imágenes hablan un mismo lenguaje que va a gustar tanto a los niños como a los adultos. Y es que a los niños hay que tratarlos como a seres inteligentes siempre y cuando se comporten como tales. Hay que respetar ante todo esa inteligencia primera que no deberíamos perder con el paso del tiempo. Pablo y Marc no la perdieron", asegura Auserón en el prólogo.