La científica pontevedresa María Soledad Soengas recogió ayer en Santiago el III premio María Josefa Wonenburger de Muller e Ciencia, que reconoce los méritos científicos y el impacto social de la mujer gallega en la ciencia. Soengas es experta en el análisis molecular de los mecanismos de inicio y progreso del cáncer, y ha especializado la investigación de su grupo en el tratamiento de los melanomas malignos. Actualmente dirige el Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Ontológicas (CNIO).

El galardón se concede en honor de la matemática coruñesa María Josefa Wonenburger (1927), pionera del álgebra, doctora por la Universidad de Yale en los años cincuenta y profesora de matemáticas en las universidades de Toronto, Buffalo e Indiana. El acto estuvo presidido por la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas y Xabier Pita Wonenburger acudió en representación de su tía, que no pudo estar presente por motivos de salud.

-¿Qué tiene en común con la matemática María Josefa Wonenburger, que da nombre al premio que recibe?

-Para mí es un orgullo que me hayan otorgado este premio porque Josefa es una mujer luchadora que también realizó su carrera en el extranjero. Yo creo que ninguna nos hemos sentido discriminadas por el hecho de ser mujeres científicas, pero las dos hemos tenido que trabajar muchísimo para llegar hasta aquí. El premio, de todos modos, me ha sorprendido mucho porque en Galicia hay muchas investigadoras con buenísimos currículos.

-¿La igualdad en el mundo científico es una quimera?

-Todavía las mujeres somos minoría, sobre todo en los puestos de mayor responsabilidad, pero desde que yo entré en este mundo he percibido bastantes cambios. En mi laboratorio el 60% son mujeres. Eso sí, las que estamos somos muy peleonas.

-Desde muy joven salió a formarse fuera de Galicia, ¿era obligatorio para cumplir sus expectativas?

-En aquellos momentos la biología molecular estaba en Galicia aún en fases muy iniciales, así que era obligatorio salir; pero me alegro mucho y se lo recomiendo a todos los jóvenes. Margarita Salas y su marido fueron los que introdujeron las investigaciones de esta especialidad en España y yo y otros numerosos investigadores les debemos mucho.

-¿En qué momento se encuentra la investigación del melanoma, el cáncer de piel más mortífero?

-Se están realizando ensayos clínicos con resultados muy prometedores, pero aún no se tienen datos definitivos. Es un tipo de tumor muy difícil, resistente a los tratamientos tradicionales, aunque en los últimos cinco años se ha progresado en el conocimiento de las mutaciones que produce, lo que nos permite aplicar terapias más dirigidas.

-¿Cuál es el principal objetivo?

-En estos momentos nos centramos en conseguir que los tratamientos respeten a las células sanas; que sean más selectivos. Aunque tenemos drogas que matan a las células malignas, al mismo tiempo dañan a las buenas.

-¿Cómo les afectan los recortes en I+D que se prevén para los próximos años?

-Entiendo que en tiempos de crisis haya recortes, pero los gobiernos deben recordar también que la investigación es el futuro. En el momento en que no podamos contratar gente buena, perderemos competitividad.