Con una filmografía de lo más variopinta, que comenzó con la muy criticada "El cuchillo en el agua" y que triunfó con cintas como "La semilla del diablo" o "El pianista", Roman Polanski cuenta además con una vida cargada de sucesos, que le han convertido a lo largo de décadas en blanco de la prensa sensacionalista.

Estos dos factores, su talento profesional y su trágica vida privada -a la que se une su condición de prófugo de la justicia norteamericana- son, paralelamente, los que han propiciado innumerables estudios, libros y tesis sobre Polanski, al que de igual forma y con la misma intensidad se califica de "monstruo" y de "genio", explica Sandford en su libro.

Tras perder a su esposa, la actriz Sharon Tate, en la masacre de Cielo Drive a manos de la secta de Charles Manson, y desde que a finales de los setenta se le inculpara por haber drogado y violado a una menor de 13 años, el cineasta polaco -que huyó de Estados Unidos para trasladarse a Francia, donde no puede ser extraditado- se ha centrado en reconducir su carrera, a la que se han sumado algunos éxitos más modestos como "La novena puerta", o la adaptación de la novela de Charles Dickens "Oliver Twist".

Con respecto a este último filme, comenta Sandford, se dice que Polanski plasmó ciertas reminiscencias de su infancia, unos años en los que el cineasta vivió toda la crudeza del nazismo.

Pudo no haber sido así. El pequeño "Romek" nació en París, pero pronto sus padres, ambos judíos -él, polaco; ella, rusa-, decidieron retornar a Cracovia. Fue una fatal decisión para ellos: su padre sería enviado a Mathausen, donde milagrosamente sobrevivió, y su madre a Auschwitz, donde no corrió la misma suerte.

Tal vez fuera este pasado traumático el que hiciera que el "enfant terrible" de Hollywood se inclinara en un principio por las historias que combinaban altas dosis de sexo, violencia y voyerismo, como "Repulsión" o "El baile de los vampiros", cintas que contrastaban drásticamente con el auge que estaba experimentando la Nouvelle Vague.

Enemigo de Godard -sus principios cinematográficos y seguramente vitales eran completamente opuestos-, y actualmente casado con la actriz francesa Emmanuelle Seigner, Polanski había evitado afrontar de manera directa el tema del Holocausto en sus filmes hasta que rodó "El pianista", cinta por la que ganó su primer y hasta ahora único Oscar.

De hecho, el propio Steven Spielberg le había propuesto dirigir unos años antes "La lista de Schindler", una oferta que Polanski rechazó para centrarse en el rodaje de "La muerte y la doncella", aplaudido drama protagonizado por Sigourney Weaver y Ben Kingsley.

Con otras joyas que completan su filmografía, como un perturbador y violento "Macbeth" -rodado poco después del asesinato de Tate- o la brillante "Chinatown", el director polaco se encuentra actualmente trabajando en su próximo proyecto, el thriller político "The Ghost".