Se trata de una selección de 75 fotos sobre la Semana Santa y la Feria de Abril de las 120 instantáneas que se conservan seleccionadas y positivadas por el mismo Brassai para su libro "Sevilla de fiesta", que publicó en 1954, después de pasar largas temporadas en la ciudad, entre 1951 y 1953.

Oliva María Rubio, comisaria de la exposición denominada "Brassai en Sevilla" que, organizada por la Caja San Fernando, hoy se abre al público, dijo a Efe que el origen de estas fotos se encuentra en un reportaje que Brassai hizo para la revista de moda y actualidad "Harper´s Bazaar", que hizo una serie de encargos a fotógrafos sobre fiestas europeas en distintos países.

Pero Brassai, según Oliva María Rubio, "se sintió fascinado por la ciudad de Sevilla y, además de aquel reportaje, se planteó hacer un trabajo más profundo y recogerlo en un libro", para lo cual estuvo en Sevilla durante tres de los primeros años de la década de los cincuenta.

De las fotos de esta exposición destacó su comisaria la visión antropológica de las imágenes, pero sin limitarse a ella, ya que, como hizo en su "Paris de nuit", se ocupa tanto de la ciudad como de sus gentes.

También dijo que estas fotos están hechas con "sensibilidad social y con una visión muy amplia de las cosas", desde un retrato del cardenal Segura con su séquito junto a las sillas de los palcos de la Semana Santa, hasta un niño descalzo, sucio y en harapos, desde las mantillas del Jueves Santo a los guardias civiles de gala pero fuertemente armados, del vendedor callejero de marisco a las modistas que trabajan a contrarreloj en los vestidos de flamenca.

Según la comisaria de la muestra, "uno de los aspectos que Brassai ha querido destacar es el fuerte contraste en tonos y colores entre las dos fiestas, resaltando la emotividad de la Semana Santa y la alegría desbordante de la Feria", en la que no olvidó la fiesta de los toros en la Maestranza.

Todas estas imágenes las plasma Brassai con "el sentido cinematográfico tan característico de su estilo, que aplica tanto a los personajes como a los acontecimientos", según la comisaria.

A los personajes los retrata en momentos de descanso o en plena actividad, y a los objetos les otorga categoría de personajes, como cuando fotografías los escaparates de las tiendas con objetos relacionados con estas fiestas y que, seguramente en aquella época y fuera de Sevilla, se verían con una importante carga de surrealismo asociada.

Oliva María Rubio destacó de Brassai que "siempre estaba en el momento preciso y en el lugar oportuno", como demuestra su libro de fotografías y textos con Picasso, "Conversaciones con Picasso", o que André Breton le pidiera las fotografías con las que ilustrar su libro "El amor loco", así como su amistad con otros grandes de la literatura como Thomas Mann o Samuel Beckett.

Escritor además de fotógrafo, Brassai escribió para su "Sevilla de fiesta": "Sevilla se enorgullece de sus cuarenta y siete cofradías, y cada una de éstas se enorgullece de uno o varios pasos.

Se trata de inmensos carros que transportan, a través de la ciudad, una multitud de imágenes: 73 vírgenes, 21 Cristos y 28 escenas de pasión", una contabilidad que ha seguido creciendo hasta el día de hoy si bien algunas de las imágenes tomadas por el fotógrafo hace medio siglo -apenas hay fotos de imágenes religiosas, porque su objetivo prefiera a las gentes- servirían todavía para ilustrar las fiestas de Sevilla.