Con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua este jueves, la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra defendió a través de un comunicado que "hacer frente a la escasez de agua es uno de los mayores retos del siglo XXI".

En cada continente, según el Consejo para el Acceso al Agua y a Recursos Sanitarios (WSSCC), existen zonas con déficit de agua o con grandes dificultades de acceso, a causa de fenómenos medioambientales como las sequías, combinados con un mayor consumo derivado del crecimiento global de la población y del desarrollo económico.

Por ello, más de una sexta parte de la población mundial (1.100 millones de personas) no dispone de un acceso garantizado y asequible a ese recurso natural e, "incluso en lugares donde aparentemente hay agua suficiente, los pobres tienen dificultades para acceder a ella", denuncia el citado organismo, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, dos de cada cinco personas -unos 2.400 millones- no tienen acceso a unos servicios sanitarios adecuados, lo que "determina su salud, educación y desarrollo económico, factores clave para salir de la pobreza".

La directora ejecutiva del WSSCC, Joan Lane, alerta de que "las enfermedades relacionadas con el agua, entre ellas la diarrea, son la principal causa de las muertes entre los niños y acaban con muchas más vidas que el sida".

En la India, ese virus causa el 0,7 por ciento de las muertes de menores y la diarrea el 20 por ciento, mientras que en Malawi ese porcentaje asciende al 18 por ciento.

Por eso, con vistas a la jornada dedicada al agua, la ONU insta a que, incluso allí donde los recursos hídricos son escasos, se debe garantizar el acceso a servicios en condiciones higiénicas adecuadas.