Un grupo de investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela ha patentado -en colaboración con una empresa japonesa- un modelo especial de lentes de contacto medicadas. El estudio, pionero en el mundo, permite de-

sarrollar unas lentillas a través de las cuales se reciben los fármacos para el tratamiento del glaucoma así como de infecciones oculares. Con el uso de las mismas, no habría que recurrir continuamente a los dosificadores de gotas, sino que bastaría con utilizar una de estas lentes.

Además de dolencias como el glaucoma o infecciones, el equipo de la Facultad de Farmacia investiga la posibilidad, en "un futuro, de paliar el efecto ojo seco" a través de este novedoso sistema. La investigadora y profesora Carmen Alvarez Lorenzo recalca que son "lentes de contacto blandas como las utilizadas para corregir problemas de visión (pero) con la capacidad de incorporar fármacos y suministrarlos de manera controlada".

Llegará al mercado en años

Para quienes deseen disponer de este producto en sus manos, la profesora e investigadora Carmen Alvarez Lorenzo advierte que la lente de contacto medicada aún tardará "años" en llegar al mercado ya que la lentilla aún está en fase de desarrollo.

En principio, su comercialización estaría asegurada ya que la idea y los avances conseguidos desde el año 2000, cuando se inició el estudio del equipo gallego, han convencido a una de las empresas destacadas en la fabricación de lentes de contacto, la japonesa Menicon Corporation. Una vez finalizada la investigación, sería esta compañía nipona la encargada de llevar el producto a manos de los usuarios y enfermos.

Puntos a favor

En la actualidad, el suministro de medicamentos fluidos a través de las lentes de contacto blandas normales no favorece tratamientos largos e impide una recepción continua y pausada.

Con la lente medicada, la dosificación sería más lenta permitiendo un mejor tratamiento y absorción en el ojo. Lo explica Carmen Alvarez Lorenzo, integrante del grupo investigador: "Las lentillas convencionales apenas son capaces de incorporar el fármaco y, cuando lo hacen, su liberación es bastante rápida. Con estas lentes, las dosis son más bajas pero consiguen niveles más altos y sostenidos del fármaco en el fluido lacrimal".

Estas características contribuyen a que el sistema esté pensado, especialmente, para personas que necesiten un tratamiento para una enfermedad ocular durante un periodo "más o menos prolongado".

El equipo investigador de la Facultad de Farmacia de Santiago de Compostela está formado por los catedráticos Ramón Martínez Pacheco y Angel Concheiro; así como por cinco profesores titulares entre los que se encuentra Carmen Álvarez además de diez doctorandos.