En febrero de 2001 Lilia Alejandra García, una bonita joven de 17 años, fue brutalmente violada, torturada y asesinada en Ciudad Juárez, México. Se trataba de una más de las múltiples muertes y desapariciones de mujeres y niñas que desde los años 90 han perdido la vida en esta ciudad contando con la complicidad de las autoridades, que no ha resuelto ni uno de los casos.

Marisela Ortiz, profesora de Lilia, vivió ese trágico suceso con especial sobrecogimiento y decidió emprender una difícil lucha para proteger los derechos de las mujeres, denunciar los asesinatos y promover una reeducación contra el desmesurado machismo de la población mexicana. Así nació la asociación "Nuestras hijas de regreso a casa", formada por unas 40 madres de chicas asesinadas en Ciudad Juárez, y también por padres, hermanos y maridos. El grupo de estudios sobre la condición de la mujer "Alecrín", de Vigo, asociación presidida por Ana Míguez, decidió este año homenajear la labor de este colectivo con su premio anual.

La alcaldesa de Vigo, Corina Porro, entregó anoche el XVII galardón a Marisela Ortiz en un acto en la Estación Marítima al que asistieron, entre otras, la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino; la Secretaria Xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia, Carmen Adán; y la directora xeral del Servicio Galego de Igualdade, Ana Luisa Bouza.

Por su parte, el premio Alacrán -que como el primero se trata de una escultura de bronce de Silverio Rivas- fue para el Concello de Porqueira, Ourense, "por su complicidad expresada con el proxenitismo y la promoción de la prostitución al procurar activamente de los clubes de alterne de la zona la colaboración económica y el patrocinio de las actividades culturales del concello".

Amenazada

Marisela Ortiz mantiene junto al resto de los miembros de la asociación una lucha diaria para denunciar los casos de las mujeres asesinadas y realiza un seguimiento jurídico de cada caso. Por ello, ha sido amenazada en varias ocasiones. "Me dijeron que nos matarían a mí y a mis hijos", asegura. El problema de Ciudad Juárez, según explica Marisela, es que "las autoridades no buscan a los asesinos; esconden pruebas y hacen que prevalezca la impunidad. Además, pretenden adjudicar a la violencia doméstica todas estas muertes; es un gobierno totalmente corrupto", indica.

La asociación Nuestras hijas de regreso a casa resalta las peculiaridades del fenómeno de Ciudad Juárez. "Los asesinos son ajenos a la vida de las víctimas. No sólo violan a las mujeres y niñas, sino que las someten a una violencia extrema, a una tortura bestial". Las investigaciones señalan que "se trate de rituales de sacrificio, que usen los cuerpos de las mujeres para sellar pactos de sangre o como rituales de iniciación a mafias de narcotráfico, con lo que se garantiza el silencio de ambas partes", describe Marisela.

La fundadora agradeció a Alecrín el galardón y expresó "la importancia de dar a conocer el problema como medida de presión".