El mundo de la cultura lloraba ayer la muerte de Maya Plisetskaya, una bailarina universal que no dudó en enfrentarse a las autoridades soviéticas y ayudó a popularizar ese arte, considerado un patrimonio nacional ruso. "Para todos nosotros seguirá siendo el incomparable cisne, la apasionada y cariñosa Carmen, la inimitable Anna Karenina y la ligera Kitri ('Don Quijote')", dijo Vladímir Medinski, ministro de Cultura ruso.

Por su parte, el director del Ballet Nacional de Uruguay, Julio Bocca, señaló que es "una figuras únicas que será muy difíciles de reemplazar".