"Endurecer el nuevo Código Penal, que hoy se vota en el Congreso, no va a incidir en la disminución de las tasas de criminalidad, pero sí en aumentar aún más una de las tasas europeas más altas de población encarcelada", dijo ayer en el Club FARO Lohitzune Zuloaga, doctora en Sociología por la Universidad de Navarra.
"El espejismo de la seguridad ciudadana" fue el título de una charla que presentó y sobre la que le interrogó la periodista Noelia Otero, en la que afirmó que "España ya tiene uno de los Códigos Penales más duros de Europa y las cárceles están llenas del mismo tipo de delincuente: personas que han cometido delitos asociados a la pobreza y la exclusión social. En contra de lo que se cree, estamos a la cola respecto al norte de Europa en índice de delincuencia pero, en paradoja, tenemos tasas de encarcelamiento más altas".
Autora del libro "El espejismo de la seguridad ciudadana. Claves de su presencia en la agenda política", afirma Lohitzune que las personas no suelen construir su percepción de inseguridad considerando los datos oficiales, sino en función del contexto que les rodea y con el que se relacionan cotidianamente. "La causa del miedo -dice- no proviene necesariamente de amenazas o peligros objetivamente reales, sino que puede estar determinada por factores diversos que provoquen la impresión de que efectivamente son reales. En esta compleja interacción intervienen variables como la edad, el sexo, la clase social, la experiencia de victimización directa o indirecta, la zona de residencia, la confianza en las instituciones, la evaluación del entorno...".
Se preguntó la socióloga al hacer el estudio por qué se reforma un Código Penal, en qué momento surge la iniciativa y de parte de quién... ¿Suele ser consecuencia de un aumento de las estadísticas de criminalidad? ¿Son los medios de comunicación los que explotan el miedo y presionan a los partidos políticos para que tomen medidas, lo que popularmente se conoce como legislar a golpe de titular? ¿O son los propios partidos políticos los que toman la iniciativa para endurecer las penas con el objetivo de obtener rentabilidad electoral?
No es como parece
"Lo primero que hice -contó- fue descartar las tasas de criminalidad como factor objetivo: a pesar de las dificultades metodológicas para comparar estadísticas entre países, podemos afirmar que el Estado español tiene una de las tasas de criminalidad más bajas de Europa Occidental. Reformar el Código penal no es algo nuevo, son muchas las reformas que se han hecho desde la aprobación del Código Penal de 1995. La última que está por aprobarse constituye un paso más en el endurecimiento que se ha producido en los últimos años del Código penal. Desde el año 2000 no ha habido legislatura en la que no se haya profundizado en la pena de prisión, y ha habido un especial interés en focalizar la atención sobre el terrorismo, la delincuencia sexual y la pequeña delincuencia. Una vez más, la nueva reforma incide en esta dirección".
La principal conclusión que extrajo la socióloga de todas estas reformas es que es necesario matizar la capacidad que tienen los medios de comunicación a la hora de incidir en la agenda política. "Muchas veces -afirmó- se legisla a golpe de titular, pero también se legisla para generar titulares que beneficien a los partidos políticos. En el caso concreto de las reformas penales he observado que en la mayoría de ocasiones, aunque hay excepciones, fueron los partidos políticos (tanto PP como PSOE) los que tomaron la iniciativa de endurecer el Código Penal, y lo hicieron en momentos en los que los medios de comunicación no mostraban especial interés por este tema".
El punto de partida de las que podríamos llamar reformas de la última era lo sitúa Zuloaga en el año 2000, cuando Rodríguez Zapatero es elegido líder del PSOE. "A partir de ese momento este partido se va a esforzar por presentar la seguridad ciudadana como problema, y lo hace en el escenario de la Comisión de Justicia e Interior del Congreso. A finales de 2001 el PSOE, que estaba en la oposición, expresó abiertamente que la seguridad ciudadana sería una prioridad para el partido. Este es el elemento que más me sorprendió de la investigación: el botón del pánico no sólo provino de un partido político, sino que fue del PSOE. Luego sería el PP quien se apropiara de esta idea".
