Pepe Solla, probablemente el cocinero gallego con mayor proyección internacional en estos momentos, ha conseguido el tercer sol repsol, el máximo reconocimiento gastronómico que concede la guía gastronómica, para su restaurante, Casa Solla. Así, el establecimiento de Poio se convierte en el primero de la comunidad el lucir tres soles, que suma a la estrella Michelín que ostenta de forma ininterrumpida desde 1980.
El cocinero se mostraba ayer exultante con este nuevo reconocimiento, que ve como el primero de otros muchos para la cocina gallega. "Estoy muy orgulloso con esta distinción porque creo que rompe el techo psicológico y demuestra que podemos tener tres soles en Galicia", afirmaba ayer desde Madrid.
Solla atribuye este nueva nueva distinción a la constancia y la implicación del equipo que forma Casa Solla. "En restauración, dependemos del factor humano, y son muchas las personas, con su compromiso, ilusión y amor por la cocina, las que hacen posible que este proyecto funcione", asegura.
Estos tres soles también suponen una responsabilidad y les obliga, asegura, a mejorarse a sí mismos. "El cliente vendrá a comer porque quiere hacerlo en un restaurante con tres soles y nosotros tenemos la obligación de satisfacer sus expectativas y de demostrar también que nos merecemos esos tres soles", añade.
Reconoce el cocinero que una de sus máximas es la exigencia, que aplica cada día a su trabajo. "Estoy súper contento con lo que hacemos, pero también creo que se puede hacer más y mejor", apuntilla.
Hijo de cocineros, Pepe Solla cogió el relevo del restaurante familiar, al que introdujo las premisas de la denominada nueva cocina, aunque siempre se mantuvo fiel a la esencia de la gastronomía gallega de siempre y al producto autóctóno. "Pocos cocineros tienen la sierte de trabajar con una despensa con tanta diversidad y de una calidad tan extraordinaria como la nuestra, y nosotros somos conscientes de esto", señala Solla, que añade que no hace una cocina rupturista, sino "evolucionista". Fiel a la sencillez, reconoce que sus viajes, que incluye sitios tan dispares como Asia y Lainoamérica, también han enriquecido su cocina y la forma que tiene de verla. "La cocina también tiene que alimentarse y cada viaje te va enriqueciendo con nuevas experiencias, que al mismo tiempo te permiten evolucinar en tu trabajo", explica el restaurador.
Con la entrega del tercer sol a Casa Solla y a otros cinco establecimientos, ya son 42 -37 en España y cinco en Portugal- los que ostentan el máximo reconocimiento de la Guía Repsol, a los que se suman 140 con dos soles -126 españoles y 14 en Portugal- y 352 con un sol -304 en España y 48 en el país vecino-.
