Hasta siete embarcaciones participan este año en la famosa regata Volvo Ocean Race, que partirá de Alicante el próximo 4 de octubre y recorrerá 38.739 millas náuticas -79.376 kilómetros-, deteniéndose en once puertos de los cinco continentes hasta llegar a su destino, en Gotemburgo. Cada uno de los veleros cuenta con un importante equipo técnico detrás, con el objetivo de atajar cualquier contratiempo durante su travesía alrededor del globo. Dos de ellos tienen entre su equipo a la empresa de O Morrazo Obra Viva Composites, cuya sede se ubica en el polígono de Castiñeiras. Se encargarán de pintar y la reparación exterior del barco del equipo "Team SCA", una tripulación femenina de nacionalidad sueca, y del equipo "Abu Dhabi Ocean Racing", de Emiratos Árabes Unidos.

El propietario de la empresa de la comarca es el moañés Javier Álvarez, que trabajará en exclusiva para el equipo árabe. "Ya habíamos trabajado en distintas regatas para otras embarcaciones como las de los equipos Telefónica, Mapfre o Estrella Damm. Envié currículos y me llamaron del equipo de Abu Dabi para hacer una prueba aprovechando que estaban en Cascais. Le gustó la forma de trabajar y los acabados y cerramos el acuerdo", apunta.

Partirá el día 16 de septiembre para Alicante y ahí estará hasta el 26, poniendo a punto el aspecto externo del velero. En esta vuelta al mundo todos los yates participantes son de la clase Volvo Open 65. "Participamos también en esta prueba en 2010, en el barco de Telefónica, pero no tan volcados", destaca. La primera jornada de competición será una regata costera, y después las embarcaciones partirán hacia Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Las reparaciones y puesta a punto del barco de Emiratos Árabes se hará en las islas de Cabo Verde. "En noviembre calculo estar en Cabo Verde. El siguiente viaje se espera que sea en diciembre a Abu Dabi, allí estaré algo más de tiempo porque el equipo tiene más compromisos", señala Javier Álvarez.

Brasil, Nueva York, China o Nueva Zelanda serán algunos de los puertos en los que trabaje. "En principio estaré en cada ciudad unos 10 días. Los responsables de los equipos se encargan de los traslados y alojamientos, así como de todo el material que necesito. En principio yo solo viajo con mi pintura", relata. Sin embargo, define su tarea durante la Volvo Ocean Race como algo parecido a los mecánicos del boxes en una prueba de Fórmula 1. "A veces solo tenemos 48 horas o menos para tener el barco a punto. En ocasiones tuve que pintarlo en 36 horas, y tuve que trabajarlas seguidas, sin dormir. No nos podemos retrasar, por lo que no hay margen de error", apunta.