Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Poca inteligencia y toda artificial

Tediosa fábula futurista con un desafortunado Depp y una narración torpe

No sé por qué pero es habitual que muchos directores de fotografía salgan escaldados cuando dan el paso de dirigir la película en su conjunto. O bien se ponen excesivamente preciosistas o bien rebajan sus exigencias y facturan productos irrelevantes desde todos los puntos de vista. Wally Pfister no se conforma con una de las dos opciones y se queda con ambas. Así, lucha a veces por conservar cierto tono visual que recuerde sus celebrados trabajos para "El caballero oscuro" u "Origen", y otras se limita a ensamblar imágenes que parecen destinadas al consumo televisivo. A esa falta de personalidad, más reprobable si cabe cuando la producción ejecutiva corresponde a un mentor como Christopher Nolan, se suma restando un guión calamitoso que oscila entre lo absurdo y lo pretencioso, buscando las peores soluciones posibles para salir del atolladero en el que se mete al mezclar ciencia ficción con trasfondos filosóficos de saldo. Y el error se hace especialmente irritante si tenemos en cuenta que el punto de partida argumental es prometedor.

En definitiva, lo que intenta el amigo Wally es imitar esa dualidad de "Origen" como producto revientataquillas con estrella de Hollywood al frente y alardes de efectos especiales, pero que se las da de profundo y arriesgado en su contenido. Al menos, en la película de Nolan había secuencias que la rescataban ocasionalmente del tedio, pero aquí ni eso. Si añadimos encima un reparto que no se entera de qué va la fiesta, el resultado no puede ser más desolador.

Y no estoy pensando en Johnny Depp, que unas veces hace papeles sobreactuados y otras, como aquí, pone cara rasa, con una expresión que apenas varía en toda la película (en su descargo hay que decir que su personaje está escrito con torpeza inaudita), sino en gente como Morgan Freeman, que parece salido de su serie sobre los secretos del universo, Rebecca Hall (a la que debieron reescribir el papel varias veces, visto lo visto), Paul Bettany o ¬Cillian Murphy, con talento más que sobrado para rendir mucho mejor. Aburrida hasta la extenuación, torpe en sus momentos de mayor acción y finalmente inservible como blockbuster de entrañas filosóficas, esta intrascendente Trascendence reclama el trofeo a pestiño con ínfulas del año.

crítica de cine

"Trascendence"

| Director: Wally Pfister

| Intérpretes: Johnny Depp, Morgan Freeman, Rebeca Hall

Compartir el artículo

stats