Sus padres habían emigrado a La Habana y allí nació en 1921, pero siendo niño, regresó con ellos a Galicia asentándose en Monforte de Lemos. El pequeño Luis Rueda creció y se encariñó con la fotografía, especialmente con una Ikoflex, una cámara réflex de doble objetivo muy querida a mediados del pasado siglo. Rueda capturaba sobre todo paisajes, el trabajo del campo y la vida de la infancia. El mar quedaba para otros coetáneos como el vigués Raniero Fernández (Vigo, 1909-1999), quien eligió el puerto olívico como el lienzo y modelo de sus instantáneas. Ambos han sido escogidos junto a una treintena de artistas gallegos para formar parte del "vademécum" de los fotógrafos en el Estado entre el siglo XIX y XXI: el Diccionario de fotógrafos españoles.

La obra, que fue presentada en Madrid, es auspiciada por la editorial La Fábrica, de los organizadores de PhotoEspaña; y por Acción Cultural Española. El trabajo ha sido dirigido por Oliva María Rubio, directora artística de La Fábrica que ha escrito en la introducción: "Este es el primer diccionario exhaustivo de fotógrafos españoles que se publica en nuestro país (...) Una nómina que recorre todo el espectro de la fotografía para dar cuenta de su pluralidad".

El volumen presenta una breve descripción de la vida y obra de cada autor; así como una o varias fotos de su trabajo. Entre los fotógrafos seleccionados, figura también Juan Manuel Castuera (Pontevedra, 1921-A Coruña, 1990) que quedó hechizado por el invento de Nièpce cuando realizaba el servicio militar en el Regimiento de Artillería de Costas, donde fue el fotógrafo oficial. Años después se especializó en retrato infantil recibiendo el nombre de 'el fotógrafo de los niños'. Además, fue fotógrafo de estudio de Televisión Española en Galicia.

A ellos, se suman otros clásicos como Ksado, Pacheco, Francisco Zagala, Ramón Caamaño, Virxilio Viéitez o José Suárez. Este último, que empezó fotografiando con una cámara estenopeica realizada por él mismo, dejó en la memoria fotos como la de un niño abrazado a su barco de juguete llamado Javiota.

El Diccionario incluye también una retahíla de autores gallegos contemporáneos como Vari Caramés, Manuel Vilariño, Victoria Diehl, Manuel Outumuro o Manuel Sendón y Xosé Luis Suárez Canal, entre otros. Estos dos últimos fueron directores de la Fotobienal y del Centro de Estudios Fotográficos (CEF).

El CEF es reiteradamente nombrado en el libro, ya que una buena parte de los textos que se adjuntan con cada fotógrafo gallego proceden de libros de Sendón y Canal. El CEF no solo ha divulgado la obra de los clásicos, también de jóvenes como Fran Herbello, que también figura en el libro de La Fábrica. Una de las constantes artísticas del vigués es el uso del cuerpo como "campo de experimentación plástica". La agresividad con la que a veces trata los elementos entra dentro de un mundo surrealista de apariencia realista que evoca ensoñaciones.

La obra abarca también obra de fotoperiodistas como Delmi Álvarez o José Cendón, que han planeado sobre escenarios de guerra para ingresar en el documentalismo social con una mirada directa a la realidad.