Los adeptos al cigarrillo electrónico lo tendrán más difícil el próximo año para disfrutar de este placer. El Ministerio de Sanidad, con el beneplácito de las comunidades autónomas, acordó ayer introducir legalmente la prohibición de consumir este producto en diferentes espacios públicos: centros educativos y sanitarios, áreas infantiles, transporte público, centros de administraciones públicos y servicios de atención al ciudadano.

Curiosamente, se han librado de esta medida, los espacios que acogen espectáculos artísticos o escénicos, donde los fumadores han empezado a destacar con el cigarrillo electrónico. No obstante, la ministra de Sanidad, Ana Mato, advertía que esta limitación solo es el comienzo. En su mente, está ampliar la prohibición a otros lugares públicos cerrados a semejanza de lo estipulado para el tabaco en la actual legislación. Pero, para ello, primero deberá plantearlo a los grupos parlamentarios.

La agencia Efe recogió ayer que Mato ha indicado que la limitación debe hacerse a través de una ley, por lo que se buscará el mecanismo más rápido para que sea posible aplicarla en el mes de enero, mientras que para una regulación más amplia de la prohibición habrá que esperar a lo que digan los parlamentarios.

Respecto a la premura de empezar a prohibir el uso del cigarrillo electrónico, la propia ministra indicó que "el objetivo es proteger la salud de los ciudadanos y evitar posibles efectos perjudiciales".

Desde Sanidad, añadieron que se está a la espera de que la Unión Europea avance en la regulación de estos productos. Hasta que esta llegue, y teniendo en cuenta que no se conocen los efectos en la salud, se protegerá a los menores de la exposición al vapor expulsado del cigarrillo electrónico.

La medida se acordó en el pleno del Consejo Interritorial del Sistema Nacional de Salud donde también se anunció que se preparará un real decreto para regular los productos cosméticos. "El objetivo es adaptar la normativa española a las nuevas exigencias europeas", indicaron desde el ministerio que anunció la creación del Sistema Española de Cosmetovigilancia.

A priori, sus funciones serían similares a las del Sistema de Farmacovigilancia, solo que en vez de controlar medicamentos, regularía cosméticos.

Otra medida destacada es la aprobación de los criterios para el cribado para el cáncer colorrectal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que por "cribado" se entiende la utilización de pruebas sencillas en una población sana con el fin de detectar sistemáticamente a las personas que aun no presentan ningún síntoma pese a sufrir una determinada enfermedad.

Por ejemplo, el cribado del cáncer de mama se realiza mediante mamografía y el del cáncer del cuello del útero con la citología.

Además, se unificarán los cribados neonatales que se realizarán para detectar siete enfermedades poco frecuentes.

Por último, Mato presentó el Libro Blanco sobre los Recursos Humanos del Sistema Sanitario donde se recalca la necesidad de contar con un Registro Estatal de Profesionales, entre otras medidas.