El segundo cónclave del tercer milenio comenzará el martes, 12 de marzo, y el próximo papa necesitará en todas las votaciones la mayoría de los dos tercios de los votos de los cardenales asistentes para ser elegido. Así lo contempla la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis", que precisa que si se llega a una votación entre los dos más votados, estos no podrán participar y que si se perpetrara el delito de simonía (comprar los votos) todos los culpables serán excomulgados, pero el voto será válido.

La misa solemne "Pro Eligiendo Papa" que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro del Vaticano el martes por la mañana, marcará el inicio. Por la tarde, los 115 purpurados se trasladarán en solemne procesión, invocando con el canto del "Veni Creator" la venida del Espíritu Santo, hasta la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, lugar del desarrollo de la elección. Dentro de la sede, se comprobará que no sean instalados dolosamente medios de grabación o transmisión.

Después de cuatro días de discusiones y seis Congregaciones generales, parece que algunos cardenales entrarán en el cónclave como favoritos, aunque como decía ayer el experto periodista vaticanista Andrea Tornielli, "podría estar fraguándose alguna sorpresa".

Uno de los nombres que se cita es el del arzobispo de Milán, Angelo Scola, considerado desde el principio como uno de los posibles candidatos a suceder a BenedictoXVI. Al parecer, podría contar con apoyos de cardenales estadounidenses y de otros electores europeos, de Alemania o los Países del Este, además de los de algún italiano.

Scola, a quien Benedicto XVI, en un gesto sorprendente, trasladó de la sede patriarcal de Venecia a la de Milán, parecía gustar al anterior pontífice. Scola es visto como ajeno a la Curia Romana. Los otros candidatos que parecen contar como favoritos son el brasileño Odilo Pedro Scherer, arzobispo de São Paulo, que cuenta con una amplia experiencia tanto en la Curia como en el Vaticano; el canadiense Marc Ouellet, de 68 años, prefecto de la Congregación de los Obispos y Sean O' Malley, cardenal de Boston, también de 68 años.

De los 117 electores, dos ya anunciaron que no participarán en el cónclave, el indonesio Julius Riyadi Darmaatmadja, por enfermedad, y el británico Keith O'Brien, exarzobispo de St. Andrews y Edimburgo, acusado de "comportamiento inapropiado" hacia otros religiosos en la década de los años ochenta. Ayer el Colegio Cardenalicio aceptó las dos ausencias.