La fecha de la inauguración oficial del "Centro Stefan Zweig" coincide con el 127 aniversario del nacimiento del prolífico escritor que vio la luz en 1881 en Viena y falleció en Petropolis (Brasil) en 1942, cuando se suicidó con su mujer ante la desesperación de conocer el avance de las tropas nazis en Europa.

Salzburgo no fue ni la ciudad en la que nació ni en la que murió, pero sí es donde el escritor tuvo su mayor periodo creativo, ya que gran parte de su obra la escribió en su villa en el Monte de los Capuchinos entre 1919 y 1934, cuando huyó del país.

Su obra se ha traducido a unos sesenta idiomas, en vida ya era una figura de éxito, pero su escritura ha sobrepasado la verdadera prueba, la del tiempo: sólo en alemán se han vendido 12 millones de libros suyos desde 1945.

"Esta es una casa para todos los que tienen en este apasionado europeo un valioso punto de orientación en la búsqueda de ideas sobre el futuro de Europa", explicó en la inauguración la gobernadora de Salzburgo, la socialdemócrata Gabi Burgstaller.

"La obra humanista de Stefan Zweig es más actual que nunca, debido a la multitud de conflictos que sacuden nuestro mundo y supone un punto de apoyo espiritual para nuestro futuro", aseguraron los promotores de este centro que dependerá de la Universidad de Salzburgo y está dirigido por el profesor Klemens Renoldner.

La nueva casa para Stefan Zweig es un proyecto en el que también participan la ciudad y la región de Salzburgo, creando un espacio en el que se investigará aquello que le era importante, como la cultura y la literatura europeas, el humanismo y el pacifismo.

El proyecto tendrá su sede en el centro de la ciudad, en el Edmundsburg, una casa noble situada muy cerca de donde se celebran los prestigiosos festivales de música, con la intención de convertirse en un espacio cultural de referencia.

Además se creará un centro aledaño multidisciplinar de estudios europeo con su nombre, con la intención de fomentar la visión de tolerancia y respeto que presidió toda la vida del autor de "Novela de ajedrez".

Como defensor de los valores de la Ilustración, Stefan Zweig brindó a través de muchas de sus obras sobre personajes históricos una reflexión humanista sobre cómo la cultura hace mejores a las personas.

Ese es el caso de su biografía sobre su admirado Erasmo de Rotterdam o en la novela "Castellio contra Calvino", en la que ensalza el valor del coraje civil frente a la tiranía, un trasunto de la convulsa Europa de entreguerras con el ascenso del fanatismo fascista.

Ante la llegada del Nazismo al poder en Alemania, que representaba todo aquello que odiaba, y la inseguridad que le confería su condición de judío en un mundo que se derrumbaba, se marchó al exilio.

El objetivo en Salzburgo no es crear un museo sino un espacio vivo en el que se investigue sobre el presente y atraiga a gente interesada en el legado del escritor con conferencias, seminarios, lecturas, exposiciones y múltiples actividades culturales.

En la inauguración la actriz Chris Pichler leyó hoy fragmentos de algunas de sus obras, como la dedicada a la batalla de Waterloo en "Momentos estelares de la humanidad" y pasajes de su monumental autobiografía "El Mundo de ayer".

El próximo viernes se celebrará una "larga noche del Centro Stefan Zweig", con mesas redondas, la proyección de películas basadas en su obra y charlas que se prolongarán hasta casi medianoche.

El lugar también acogerá el Archivo Literario de Salzburgo, que cuenta con la segunda colección más grande de autógrafos pertenecientes al autor, un conocido mitómano al que le encantaba recopilar documentos firmados por los autores que admiraba.