La ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, subrayó ayer el carácter aconfesional del Estado español y la necesidad de que "se respete la naturaleza pública de las escuelas, con la eliminación de cualquier símbolo que pertenezca al ámbito privado", en referencia a la sentencia sobre la retirada de crucifijos en un colegio público de Valladolid.

En declaraciones al diario "ABC" recogidas por Europa Press, Cabrera reconoció "la realidad católica mayoritaria de España", pero remarcó la necesidad de que "la religión se mantenga en el ámbito privado de la vida de las personas, sin interferir en la educación pública", así como recordó que la población actual del país es cada vez "más heterogénea y de múltiples confesiones religiosas".

Asimismo, señaló la importancia de que los centros educativos cumplan las sentencias judiciales que "obligan a todos" y que "garantizan el derecho de los progenitores a decidir sobre la educación de sus hijos". Los padres "tienen derecho a pedir que se retiren los símbolos religiosos y los centros tendrán que cumplirlo, actuando de acuerdo a lo establecido por la Constitución", afirmó la ministra.

Por otra parte, Cabrera se refirió también a la "tranquilidad" con la que se desarrolla el proceso de aplicación de esta sentencia en las escuelas. "Se está viviendo de manera generalizada y con normalidad, como corresponde a los principios constitucionales", declaró. Además, subrayó que este cambio "no supone una prohibición", por lo que no será "fuente de conflictos".

Sociedad dividida

El 28,6% de los españoles está en contra de la presencia de símbolos religiosos en la escuela pública, mientras que el 68% manifiestan que no es un problema, según el Barómetro del Real Instituto Elcano, realizada a 1.200 personas.

Sobre las personas que no ven inconveniente a la hora de exponer los crucifijos en estas aulas, el 45,2% está a favor y al 23,9% restante le resulta indiferente.

Este trabajo indica que, entre los votantes del PSOE, sólo el 37,2% está en contra de estos símbolos en los centros públicos. Por grupos de edad, el 32,5% son menores de 35 años y el 15,8% son mayores de 65 años.

Por otro lado, la Confederación Española de Centros de Enseñanzas manifestó que las declaraciones de Mercedes Cabrera denotan "cierta incoherencia" y aboga por "recordar las raíces y respetar la cultura del país, las costumbres, basadas en un concepto cristiano".