otr/press  Valencia

Los hábitos de consumo de sustancias estupefacientes se están viendo modificados por la situación económica. En este sentido, se produce "una cierta pujanza de los consumos de drogas más baratas" e incluso la aparición de "cócteles desconocidos sin ningún tipo de garantía que pueden llevar a combinaciones mortales", según aseguró ayer el presidente de la ONG Controla Club, Vicente Pizcueta. En momentos de dificultades económicas como el actual "es fundamental impulsar la prevención para anticiparse a los riesgos" que surgirán posteriormente, dado que, según explicó, "los tiempos en el ciclo del ocio son muy diferentes a los de las crisis" , ya que desde el momento en que surgen los problemas hasta que la persona cambia sus hábitos de ocio transcurre un tiempo relativo.

Pizcueta auguró que las próximas navidades "pueden suponer un punto de inflexión" en ese "desajuste" entre la aparición de la crisis y sus efectos en el modelo de ocio, dado que se trata del momento de "mayor celebración del año" y en esta ocasión, tanto jóvenes como adultos "tienen menos dinero" y "van a tener que seleccionar y priorizar sus celebraciones". Igualmente, indicó que la crisis hará que disminuya la frecuencia de salida, con lo que "se produce un retroceso en el consumo de drogas tanto legales como ilegales", pero al mismo tiempo se impone un "recorte de gasto" que puede llevar a optar por "combinados peligrosísimos", como "combinaciones mortales de roinoles y alcohol" o el recurso a estupefacientes más baratos.

Pizcueta señaló que ante momentos de crisis se espacian los consumos, por lo que se pasa de una media de entre seis y ocho salidas al mes a dos mensuales. En esas salidas, añadió, aumenta el consumo de "medicamentos psicoactivos" y el botellón.

El especialista alertó de la extrema peligrosidad que presenta la "pujanza de los consumos de drogas baratas" y la tendencia al "abaratamiento" de las mismas mediante adulteraciones, que llevan a "entrar en margen de riesgo porque se pueden producir cócteles desconocidos", en los que se incluyan "todo el abanico de medicamentos psicoactivos -somníferos, para tratar la ansiedad y otros terapéuticos tipo prozac- que, combinadas con alcohol tienen efectos muy negativos".